XIII. La Sala de SeHun

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Actualización 2/2, asegurate de haber leído el capítulo anterior antes.

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El día estaba nublado y horrible, y el clima parecía burlarse de él. Una muy sutil capa de llovizna había empapado a BaekHyun en el camino a la casa de SeHun. Al principio, había sido tan suave, que unos segundos debajo de ella no lo afectaron en nada. Pero luego de diez minutos de caminata hasta el centro del pueblo... bueno, había dejado a BaekHyun chorreando como si hubiera estado de pie y sin paraguas debajo de una tormenta torrencial.

Sin embargo, las cosas que traía en una bolsa con lo que ChanYeol le había dicho el día anterior que necesitaría, estaban secas. Se había asegurado de cerrar bien la bolsa para que no le entrara ni una gota de agua, como si le fuera la vida en ello. Era la poca esperanza a la que podía aferrarse, si bote salvavidas en caso de que las cosas se pusieran feas.

La verdad es que no sabía si SeHun lo iba a dejar pasar cuando lo viera en su puerta. De hecho, no tenía ni idea si SeHun le dejaría pronunciar una palabra en su dirección, o si en realidad lo vería y lo mandaría al demonio; él no lo iba a culpar si lo hacía. La verdad, BaekHyun se lo merecía por no haber tenido las agallas suficientes para decirle toda la verdad en el momento; es más, debería haberlo dicho desde el principio, dejado claro todo desde el momento en que comenzaron a hacerse más cercanos. Había jugado con SeHun desde que sus sentimientos más allá de una amistad comenzaron a desarrollarse. Hubiera sido lo justo decírselo en ese entonces, y lo sabía, pero aún así no lo hizo: lo que hacía todo más difícil de perdonar, si es que SeHun quería hacer eso a pesar de todo. Quizás hasta lo escuchaba y lo perdonaba, pero no quería seguir con él... no sabiendo la verdad de su corto viaje. Y eso era lo que más temía BaekHyun, pero en el fondo lo entendería si así sucedía, ya que no todos tenían la fuerza de voluntad para quedarse junto a alguien que tenía los días contados.

Sabía que no iba a enojarse con SeHun, sea cualquiera de las cosas que sucedieran en los próximos minutos, tal vez en la próxima hora si tenía la oportunidad de hablar y al menos tratar de aclarar las cosas. Todo había sido su culpa. SeHun tenía todo el derecho de enojarse con él, por lo que no se tomaría nada de lo que sucediera a mal.

Con eso asumido, BaekHyun se detuvo delante de la pequeña puerta que, presumiblemente, daba a unas escaleras, justo como la casa de ChanYeol. Por SeHun, sabía que vivía con JongIn en el primer piso de una casa, encima de un pequeño negocio de algo que BaekHyun ni siquiera prestó atención. Estaba demasiado nervioso como para poder fijarse en algún detalle más allá de esa puerta roja con una pequeña mancha negra cerca del ojo de buey al que miraba fijamente.

—Ya sé que no me quieres escuchar —le habló a la nada. Al universo, quizás—. También sé que no me harás caso y que no hay modo de que cambie la forma en la que voy a terminar mi vida. No estoy pidiendo un milagro... Sin embargo, solo pido una cosa, y es que hagas que el hombre que amo acepte mis disculpas. No quiero terminar esta vida sin tener a mi lado a la persona con la que de verdad quiero vivirla. Por favor.

Después de su pequeño pedido, BaekHyun tocó el timbre y esperó, con las manos detrás de la espalda sosteniendo la bolsa con algo de fuerza. Le latía el corazón tan rápido que pensó que se iba a desmayar, y de repente se volvió consciente del estado de mierda en el que se hallaba: empapado hasta los huesos, lo que probablemente le daba una imagen muy lamentable. Se lamió lo slabios mojados y notó que le temblaban. La estúpida llovizna no había dado tregua y probablemente se veía como un cachorro pateado y abandonado en medio de la lluvia. Aunque tal vez podía sacar ese sucio truco si SeHun intentaba rechazarlo...

Where We Belong ✿ SeBaek/BaekHunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora