Solo Tú Me Haces Real

Capítulo 6

CAPÍTULO 6

LONDRES, INGLATERRA

DANAI

Mi boca se abre para recibirlo y siento su lengua tocando la mía, es un contacto delicado que me estremece, se toma su tiempo en mover sus labios y su lengua para explorar y acariciar, nunca había sentido un beso de esa manera. Sus manos sujetan mis caderas y de alguna forma mi cuerpo termina entre el suyo y la puerta del auto.

El beso sube de intensidad cuando mis manos tiran de su cabello, Lennon jadea y ese ronco sonido me enciende como el Times Square en navidad, mis pechos se aprietan y hay algo cálido creciendo entre mis piernas. No debería ser legal que ese hombre pueda besar así de bien. Ni yo debería estar sintiendo tanto con ese beso. Hay muchas cosas que no debería pero eso no significa que no sucedan.

—¡Búsquense un cuarto!

¡Mierda! El grito de un hombre y el sonido de la bocina de auto nos hace separar, aire, necesito aire con urgencia ¡Oh, vaya! Lennon es un verdadero desastre, desde sus ojos nublados, sus lindos labios inflamados, hasta el crimen que he hecho con su cabello.

—¿Y? —Me pregunta con su exquisita voz ronca, ladeando la sonrisa de esa forma que le marca un pequeño hoyuelo ¡Diablos! Mis bragas no han quedado intactas.

—¿Y qué? —Debo ser todo un desastre y necesito recomponerme—. No vamos a terminar en un cuarto y será mejor me lleves a mi clase, si llego tarde mi instructor enloquece como Ru Paul y no quieres enfrentarte a esa furia—. Se ríe mientras sacude la cabeza, lo empujo un poco y subo al auto.

El camino es silencioso pero hay esta energía salvaje entre nosotros ¿Cómo es eso posible? 

—Mi apellido es Aldrich—. Su voz rompe el silencio.

—¿Qué? —Sigo algo abrumada.

—He invadido tu tiempo y tu espacio y no sabes nada de mí, aunque yo tampoco sé nada de ti, planeo descubrirlo con el tiempo... 

¿Qué? 

¿Con el tiempo ha dicho? 

—Tengo 32 años, doy clases de filosofía en la King's College desde hace casi 5 años, mi madre se suicidó cuando yo tenía 14 años porque mi padre es una pila de mierda…

¡Joder! Abro mi boca para decir algo pero nada sale. No esperaba esa cruda confesión de su parte.

—Mi hermana de 12 años la encontró y nunca ha podido superarlo, ella misma lo ha intentado varias veces y por eso está en un centro psiquiátrico...—. Sus ojos no mentían con todo ese dolor y tristeza—. Estuve casado por dos años con una mujer que solo quería el dinero de mi familia y follarse a mi papá.

¡Maldita perra! ¿Cómo hay mujeres tan viles y manipuladoras? Nunca lo he entendido.

—La familia resulta más mierda que los desconocidos...—. Le respondo.

 ¡Diablos, qué fuerte lo que me cuenta!

—Si me dices todo eso para probar si voy a salir corriendo... Pues no pretendo lanzarme del auto o correr, Lennon. Todos tenemos mierdas con las que lidiar...—. Me mira un segundo y extiende su mano, no dudo en tomarla y nuestros dedos se entrelazan.

—Mi madre es una adicta al licor y cambia de hombre como de ropa, nunca me llama y solo visita cuando necesita dinero o que la saque de la cárcel, mi padre era mi todo y falleció de cáncer cuando yo tenía 13 años, quedamos con montones de deudas y mi madre creyó que vender a sus hijas era rentable...—. El auto frena de repente y casi me pego del vidrio.