CAPÍTULO 17
LONDRES, INGLATERRA.
LENNON
Danai está en mi cama.
Y es la imagen más sensual de todas.
Su repentina confesión sobre su vagina y su ropa interior son lo más espontáneo y raro que una mujer me haya dicho pero ella no es como cualquier otra, es única.
A mí no me importa eso, me gusta ella, así tal cuál.
Con su humor oscuro que esconde una mujer en extremo sensible, con su cuerpo de sirena que intenta ocultar pero a mí me encanta.
—Si haremos esto, suelta tu cabello y yo suelto el mío —dice sacándose la camisa por la cabeza y su imagen en brassiere me golpea.
¡Mierda!
Lleva un brassiere azul pastel completamente liso pero sus lindos pechos realzan y me los quiero llevar a la boca, tengo un vistazo de sus tatuajes y debo contenerme de lanzarme sobre ella para besarlos como tanto quiero.
Suelto mi cabello y empiezo a desabotonar mi camisa bajo su intensa mirada, Danai dice mucho con sus ojos y sé que me desea, yo también a ella. Mucho.
Me daba un poco de miedo traerla a mi cuarto, que es como mi refugio, no traigo mujeres aquí, pero ella es diferente y no iba a desnudarla en el sofá en nuestra primera vez juntos.
Me acerco y tiro de sus piernas, se ríe divertida mientras le quito los zapatos y las medias para dejar besos en sus pies, ella encoge sus dedos y se ríe con más fuerza, le hace cosquillas.
Voy a descubrir sus puntos sensibles.
Deslizo las manos por sus muslos hasta encontrar el botón de su jean, la miro buscando aprobación y ella asiente solemne, sonrío al notar la pequeña mancha de humedad que ha traspasado la tela, hago presión con mi mano en esa zona y ella gime bajito.
Es una diosa.
Lentamente le quitó el jean para descubrir una panty azul también que está muy húmeda entre sus piernas, la imagen hace doler mi muy entusiasta erección. Ella está así de excitada por mí.
Finalmente miro su cuerpo y mi sonrisa crece demasiado, ella es tan hermosa y perfecta, sus muslos carnosos y esas curvas que tiene me vuelven loco.
—Eres impresionante, Danai…
—¿Te parece? —pregunta mordiendo su labio y puedo notar las inseguridades que lleva encima.
—Lo eres, eres una preciosidad y me estoy muriendo por probarte.
Su respuesta es una tímida sonrisa mientras abre un poco sus piernas, soy yo quién sujeta sus muslos y los separa un poco más para acomodarme entre ellos, siento su piel muy erizada y como su respiración se acelera aún más mientras me acerco a sus labios.
—Eres demasiado hermosa —murmuro acariciando su cabello que me fascina.
—Y tú demasiado caliente —responde tocando mi cabello y sé que usa su humor como cubierta, no me molesta.
Sé que todo esto la afecta tanto como a mí.
Finalmente puedo besarla con todas estas ansias contenidas, liberando todo mi deseo por ella que me corresponde con fiereza, estamos en la misma sintonía y ninguno quiere parar.
Desciendo con besos por su cuello, provocando sus gemidos se hagan más sonoros mientras mi mente toma nota de sus reacciones, presiono mi barba entre sus pechos y gime más fuerte, me gusta como reacciona a mis caricias.
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Solo Tú Me Haces Real
RomantizmEl amor duele. ¿Qué hacer cuando el amor llega en alguien tan roto como tú? Danai no ha tenido una vida fácil, en su punto más bajo encontró las historias de L. Swartz, un autor misterioso que nadie sabe cómo es. Sus letras la ayudaron a sobrelleva...