Capítulo 10

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CAPÍTULO 10

LONDRES, INGLATERRA

DANAI

—West 45 —dice el oficial que es dónde está mi madre, suspiro frustrada porque esto es tan típico de ella, arruinar mi jodida vida con sus desastres. 

—Bien, gracias—. Termino la llamada y siento estas horribles ganas de llorar, Lennon me envuelve entre sus brazos, confortándome rápidamente. 

Inhalo su aroma y me permito cerrar los ojos un instante, duele ser fuerte todo el tiempo.

—¿Tu madre? —Me pregunta y asiento—. Te llevo a buscarla, vamos—. Me separa un poco y no hay ni una pizca de lastima o algo parecido en sus ojos, al contrario, se ve preocupado y algo molesto.

—Lamento arruinar nuestra cita...

—No pasa nada, vivimos de momentos, Danai. No todo es rosa 

¿Qué ha dicho? 

Me le quedo mirando porque sus palabras me recuerdan a lo que Swartz me escribió, sacudo la cabeza.

—Debo ir por dinero al apartamento y…

—Yo te los doy, luego me pagas. La sacamos rápido y ya ¿Bien? —Tomo aire, mejor salir rápido de ella y pasar la página.

—Gracias, Lennon—. Apoyo las manos en su pecho para darle un corto beso, Lennon me abraza con fuerza y lo siento besar mi cabeza.

 Toma mi mano y caminamos hasta el auto donde me abre la puerta y me ayuda a entrar. Tiro fuerte de la banda en mi muñeca antes que él suba también.

—¿Sabes por qué la arrestaron?  —me pregunta al arrancar.

—No lo sé, supongo por lo mismo de siempre, algún espectáculo ebria o prostituirse—. Me encojo de hombros y tiro de nuevo de la banda en mi muñeca, quiero llorar y gritar, me llena de rabia lo que hace y como siempre la ayudo. 

No debería pero lo hago.

—Vas a lastimarte—. Lennon toma mi mano y la pone en su muslo debajo de su mano—. La elástica es una perra que luego arde como el infierno cuando mojas la herida y duele mucho—. Me dice apretando con fuerza el volante y asiento, sé de lo que habla. 

—Mi hermana Silvia era quien la sacaba de la cárcel hasta que por una deuda del novio en aquel entonces de mi madre, llegaron a la casa a buscarlos, ellos nos dejaron solas y mataron a Silvia frente a mis ojos para que pasara el mensaje—. Mi pecho se aprieta y se me salen las lágrimas—. Por eso huí de casa, y cuando me estabilicé ella me encontró, me pidió perdón y dijo que cambiaría, nada ha cambiado, a excepción que yo me convertí en mi hermana y la saco de sus problemas.

—La familia siempre haciendo porquerías  —masculla molesto y el silencio se instala en nosotros, pero no es incómodo, pareciera que ambos lidiamos con los demonios en nuestras cabezas. 

Llegamos a la estación y Lennon toma mi mano mientras caminamos, haciéndome saber que está ahí, lo cual agradezco mucho. Odio estos momentos, odio esas llamadas, las salidas nocturnas a rescatarla, sus espectáculos. Odio todo.

 —No estás sola, Danai —susurra antes de besarme la mejilla y lo abrazo con fuerza. Lennon no sabe lo que hace con sus gestos o palabras. 

Cuando entramos me informan que ella y su novio fueron arrestados por manejar ebrios y resistirse al arresto ¡Mierda! ¿Su novio? Me dicen que la fianza por los dos son 2 mil euros ¿Qué?

—Solo pagaré la de mi madre, ese tipo ni lo conozco —. Miro a Lennon que asiente y saca su chequera, el oficial nos indica donde debemos pagar y todo eso—. Ni te ofrezcas a llevarla, le pediré un taxi—. No la quiero contaminando a Lennon, envío un mensaje al taxi que siempre llamo en estos casos y me dice que llegará pronto —Gracias, Lennon. De verdad, muchas gracias—. Mi voz amenaza con cortarse y él me abraza de nuevo.

—¿Esto me compra un pellizquito a tu precioso culo? —murmura contra mi cabello y suelto la risa, la tensión disminuye un poco.

—¿Puedo pedirte algo? —Asiente— ¿Me esperas en el auto? No quiero exponerte a ella, por favor—.  Casi le estoy suplicando.

—Como gustes, te espero ¿Bien? —Besa mi frente y suspiro al verlo salir, me recuesto de la pared y quiero llorar.

 ¡Contrólate, Danai! 

Mi madre aparece rato después con su vestido corto y maquillaje corrido caminando algo tambaleante, ella solía ser preciosa, ahora el vicio ha acabado con ella que se aferra a su juventud perdida. Sus ojos grises se ven apagados con arrugas rodeándolos, su cabello negro es una maraña opaca, se nota no está bien. Su estado es deplorable. 

—¿No piensas sacar a Roger? —Me reclama ¡Insólito! ¿Ni siquiera un gracias? Bueno ¿Qué puedo esperar de una egoísta como ella?

—¿Qué? ¿Enloqueciste? Si a duras penas pude sacarte, no voy a sacar a un tipo que ni conozco.

—¡Te di la vida, malagradecida! —Me grita y tomo aire, siempre es lo mismo, la tomo del brazo para sacarla antes que dé un espectáculo y la metan de nuevo presa. Debe presentarse a la audiencia en unos días ¡Joder! Siempre es lo mismo 

¿Por qué no la dejan detenida de forma definitiva? 

Es horrible que desee eso pero… 

¡No lo soporto! 

—¡Te exijo saques a Roger! ¡Tienes dinero, perra! ¡No seas tacaña! —Me arrebata el bolso y todo cae al piso, ella se agacha y cae sentada—. ¡Perra, saca a mi hombre! —grita y me hala haciéndome caer también.

—¡Ya basta! —le grito y siento unos brazos que me levantan, es Lennon.

¡Mierda, qué vergüenza! 

—Su taxi ha llegado—. La gélida voz de Lennon me provoca un escalofrío.

—¿Es tu hombre de turno? ¿Ya le sacas dinero? Es una zorra que se acuesta con los hombres por dinero —escupe furiosa y sus palabras se clavan como dagas en mi pecho. 

¡Ella fue quien me vendió!

—¡Tú me vendiste para pagar tu vicio! ¡Te odio! —Le grito y Lennon me suelta para cargarla hasta el taxi, ella grita descontrolada y yo me dejo caer de nuevo al piso entre lágrimas. 

Me siento tan humillada, avergonzada, dolida, furiosa. 

Soy un puto desastre 

—Danai...—. Lennon vuelve y se agacha frente a mí, no puedo ni mirarlo, solo observo sus preciosas manos recoger mis cosas.

 —Vamos, cariño—. Me levanta con facilidad y me carga hasta el auto, miro hacia la ventana porque no puedo enfrentarlo—. Lo lamento pero tu madre es una pila de mierda que no merece muevas un dedo por ella, me molesta como te ha tratado porque no lo mereces, viniste a sacarla ¿Y así te paga? ¡Es una perra! La familia es una mierda—. Golpea el volante y me sobresalto—. Perdón—. Me atrevo a mirarlo

—Lamento esa bochornosa escena, Lennon—. Estira su mano y la alcanzo con la mía, necesito su reconfortante toque—. Siempre es así y yo soy muy estúpida por correr siempre a ayudarla —hipeo y sorbo un poco porque las lágrimas no paran de salir.

—No eres estúpida, solo eres buena. No puedo culparte por querer ayudar a tu madre aunque ella sea de lo peor que hay, tienes buenos sentimientos, eres de las pocas personas que aún son nobles aunque el mundo sea un lugar horrible, eso solo hace que me gustes más—. Aprieto su mano y él me mira tan solo unos segundos que bastan para saber que quiero a Lennon en mi vida.

¡Mierda, estoy jodida!

*-*-*-*

¡Hola! ¿Cómo están?

Y pues, no todo es tan rosa en sus vidas y la familia de Danai es bastante disfuncional. 

Pero por fortuna, nuestro atropellador de libros sale al rescate. ❤️

Besos… 

Solo Tú Me Haces RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora