En otro Mundo

Lo que soy

En las profundidades del bosque se encontraban los tres riendo, el Hokage junto a las dos pequeñas, todos contaban chistes e incluso Naruto contó algunas de sus travesuras de cuando era niño y las jóvenes no podían creer que el haya hecho tales cosas, siguieron así por un buen rato, momento después llega el pelinegro algo exhausto y las niñas lo reciben con algo de agua, todos toman asiento y prestan atención a Sasuke esperando que empiece a hablar 

—¿Cómo te fue?— pregunta el rubio, pero el pelinegro solo niega sacudiendo ligeramente su cabeza —¿Cómo van las cosas?— pregunta casando, su hija de lentes responde —solo conversando con el Hokage-sama— el rubio se pone de pie y sobándose la nuca camina hacia su amigo —ehh, bueno solo dije unas cuantas cosas, y creo que Sarada esta noche debe dormir en casa, mañana tienen una misión en equipo algo larga, y deben estar a primera hora bien alimentados y preparados— Sasuke asiente y Sarada mira a Shinko entristecida —por mi no se preocupen, ya se lo que tengo que hacer—  ambas niñas sonríen y Sasuke dice algo más —dile a Sakura que estoy en un asunto con Naruto— la muchacha de lentes asiente —si, yo me encargo de eso—

El rubio junto a la niña se retiran del lugar y se dirigen a sus respectivos destinos dejando solos a Shinko y a Sasuke, estaba por oscurecer, así que el hombre empieza a juntar madera para encender la fogata, la noche cae y ambos se sientan frente la fogata ya encendida y empiezan a comer., en silencio, escuchando las cigarras y el viento revoloteando las hojas de los árboles.

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—oye no te enfades tanto, tenia dos clones aquí y allá— grita nervioso Naruto a su compañero en frente —ese no es el problema tonto, ¿Qué tanto hacías? antes casi no salías de la oficina— el hombre rubio se quita su capa dejándola en su silla —ya te dije, estaba en un asunto con Sasuke, apenas lo resolvamos estaré aquí— el pelinegro con una coleta y cabello de puntas dice sarcásticamente —¿enserio?, ¿por que no me dices para ayudarte?— el rubio se detiene y voltea riendo pausado para contestar —oh vamos, es un asunto privado, lo resolveremos los dos—

—tsh, lárgate a casa— dice furioso Shikamaru mientras toma pequeños objetos para empezar a lanzárselos a Naruto mientras grita —ve a convivir con tus hijos y esposa idiota, largo de aquí— el rubio sorprendido empieza a retroceder mientras se cubría con sus brazos —AHHHH, no te enojes tanto Shikamaru, esta bien me voy, volveré mañana— dice el rubio azotando la puerta después de salir.

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Ya en casa con Sarada y su madre, la niña termina de cenar para decir —por cierto mamá, papá me dijo que estará en una misión, así que no regresara a casa en unos días, pero si nos reuniremos para entrenar— la mujer a la distancia contesta mientras revisa algunos papeles en sus manos —hmm, bien, ¿les llevo almuerzo?— la niña se presura en contestar —no, no es necesario, yo los llevare de aquí, tu sigue en tu trabajo— la mujer toma asiento mientras suspira cansada —bien, entonces les hare comida suficiente— Sarada levanta los platos y se dirige al lavaplatos —gracias, últimamente tengo tanta hambre que como el doble, igual papá, lavare los trastes y me iré a la cama, mañana tengo un misión temprano— Sakura voltea a ver a su hija y sonríe al oír esto —¿en serio?, se deben cansar demasiado para comer tanto— la niña lavando los trastes sonríe nerviosamente —bueno... tal vez sea por que tu comida es muy deliciosa últimamente— Sakura sonríe sonrojada y se toca la frente avergonzada —b-bien... si es así, les cocinare más cosas y el doble para cada uno— la joven dibuja una sonrisa victoriosa en sus labios —gracias mamá (bien, comeremos bien jejeje... y pensar que ella y el Hokage...)—