Adaptándose

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Volviendo a la escena dramática en ese universo, Hinata continuaba sosteniendo en sus suaves manos el rostro de Sasuke, quién seguía sin responder, solo se había quedado allí, observando en silencio detalladamente los ojos blancos preocupados frente a él, la mujer se acerca un poco más, y gira ligeramente su cabeza para lograr mirar completamente los ojos de Sasuke, este como si estuviese hipnotizado, seguía con sus pupilas el movimiento de la bella Hinata.

—¿Y entonces?— pregunta Hinata,esto saca del transe al hombre y confundido quita su mirada de ella enviándola al suelo, recordando la pregunta hecha anteriormente, algo dudoso, casi tímido responde —no fue nada. . .—  Hinata suspira aliviada —iré a servirles— se reincorpora y vuelve a la cocina.

Sasuke ya volviendo a estabilizarse, mira a su alrededor y se da cuenta del rostro de los dos jóvenes, la niña tenía cubierto su rostro avergonzado, totalmente rojo y sudoroso con sus dos manos y el joven disimulaba mirando con un puchero la pared de la sala, Sasuke apenado, se vuelve a poner rígido en la mesa, y decide no moverse ni ver nada hasta acabar de cenar. 

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Regresando con Naruto, el rubio se encontraba caminando por toda la casa, mientras que su esposa lo veía pasar de aquí a allá desde la puerta, con una mochila, y un bento en sus manos, se acerca a su esposa con una sonrisa leve —ya me voy— Hinata asiente con su mirada y le acaricia la mejilla a su esposo, este sale hasta la puerta y termina por irse siendo observado por su esposa hasta desaparecer.

Mientras tanto, en la casa Uchiha, ya todos se encontraban durmiendo a excepción de Sasuke, quien observaba el techo en silencio, pensando en varias cosas, al voltearse de lado, ve a Sakura durmiendo profundamente, lucia cansada y sus ojos estaban achinados, el hombre se pregunta —(¿siempre fue así de atenta?, cada vez que la veía, se la pasaba amenazando a Naruto)— da un pequeño suspiro, y se voltea dándole la espalda, para empezar a dormir.

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Con nuestro Sasuke, al igual que del otro lado, ya todos estaban durmiendo, él estaba de espaldas casi al borde la gran cama sin poder cerrar un ojo, paso horas de tal manera qué el frío se intensificaba más, indiferente a este, continua con su mente en blanco hasta qué, por detrás siente aquellas suaves manos rodearlo con una manta, después estas se deslizan por su hombro hasta su abdomen por debajo de la manta, la incomodidad se hace más fuerte en el hombre, cierra sus ojos con fuerza e intenta ignorar la situación, minutos después de ver que esas suaves manos no se movían, lentamente intenta soltarse del abrazo —Sasuke-kun...— oye susurrar a la mujer, y esto fue lo que hizo que el hombre ya no pueda más con la presión, se levanta y se dirige a la sala recostándose en el sofá —(esto será complicado)—


Al día siguiente Sasuke se levanta alterado pensando que todo era un sueño, se sienta en el sofá y mira a su alrededor, no reconoce la casa por lo que cae en cuenta que no era un sueño, —haaaa— se frota los ojos suspirando y escucha a alguien llega a la sala y levanta su cabeza con leves ojeras y rostro cansado.

—buenos días padre— dice el joven haciendo una reverencia frente a él, el hombre cansado y aturdido solo dice —si...— Itsuke confundido no hace más que dirigirse a la cocina, su madre ya estaba ahí preparando los bentos para su familia, y Shinko es la última en bajar a toda marcha por las escaleras —buen día padre, buenos días mamá, nii-san— todos le contestan a excepción de Sasuke, el solo permaneció sentado allí sin decir nada, mientras veía a las personas del lugar moverse de aquí a allá con buenas vibras que a él le afectaba de alguna manera.

Un par de horas después, la niña se preparaba para ir a su misión, se coloca la banda en su frente y acomoda su chaqueta —ya me voy— grita mientras se dirige a la puerta —que tengas buen día— responde su madre desde la habitación, la joven al llegar a la puerta se encuentra con Sasuke, este tenía su expresión fría e indiferente, ella algo nerviosa pregunta —¿t-todo está b-bien?— este solo da un suspiro cansado, Shinko se preocupa al escuchar al hombre con esos ánimos —y-yo se lo difícil q-que es esto— este la vuelve a mirar y cierra sus ojos para luego negar —es solo... que resulta incómodo— la niña entiende y asiente con la cabeza —entiendo, pero podrá regresar una vez que recupere todo su chakra (por eso debe ser que también luce agotado)— este asiente una vez más y se hace a un lado para que ella pueda cruzar la puerta —oh, si, con permiso— dice para luego terminar de salir.

En otro MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora