En otro Mundo

Ya habían pasado algunos días desde la partida de Shinko, Sasuke cumplió algunas misiones, Naruto se hundió en su trabajo por completo después de eso, habían regresado a su rutina normal, pues más de una semana transcurrió.

El día en que Sasuke entrenara a su hija llegó, ambos se dirigían al lugar de entrenamiento y empiezan cerca del medio día —bien, empecemos  esquivando kunais— menciona el hombre —estoy lista, (tengo que mantener los ojos siempre abiertos, no se me debe escapar ninguno, y si me canso, asegurarme de estar fuera de su alcance, un segundo plan)— dice segura de sí misma la niña, Sasuke empieza lanzando kunais hacia Sarada, los cuales ella esquiva con facilidad al principio, poco a poco se empezaba a dificultar para ella pero se las arreglo para quedar fuera de sus alcances.

—Has mejorado— expresa el Uchiha, su hija agotada contesta —siempre hay que tener un segundo plan— se reincorpora al terminar de decir esto y Sasuke le dice —bien, ahora serán el doble e irán mas rápido (estoy... sintiendo punzadas detrás de mis ojos)— la niña se pone en guardia —bien— dice emocionada.

—(las punzadas están aumentado, ¿hay algo mal con mis ojos?, empiezan a doler mucho)— era el pensamiento que cruzaba por la cabeza del pelinegro en ese momento, un dolor que iba aumentando, haciéndose más fuerte, rodeaba la parte detrás de sus ojos, y su cabeza a latir.

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Mientras, Naruto estaba en su oficina firmando papeles como de costumbre y siendo regañado por Shikamaru, por su ausencia y desconcentración últimamente.

—Te has descuidado algo estas ultimas semanas—

—solo fue un poco— responde el rubio

—Siempre te distraes cuando Sasuke regresa, se que el trae buenas noticias pero, esta vez no había razón—

—Esta vez fue por algo de último momento, y era urgente, fue por un descuido— dice mientras pasaba las hojas que tenía en sus manos —Ajá, ¿te dio el informe de esta semana?—

—si, uno completo, mira lo tengo justo aquí—

—Deja, yo lo busco, tu continua firmando—

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Mientras tanto, en el bosque, ambos Uchihas seguían su entrenamiento, pero en esto el hombre cae sobre sus rodillas tapándose uno de sus ojos, Sarada se asusta y corre rápidamente hacía su padre —papá, ¿Qué ocurre?— este jadeando y retorciéndose un poco contesta entrecortado —mis ojos, me duelen demasiado (¿Qué pasa?, ¿por qué duelen tanto?)— la niña parece darse cuenta —tus... ¿será por usar al extremo el rinnegan?— el hombre solo empieza a quejarse y retorcerse de dolor mientras sacudía su cabeza —aguanta papá, te llevare con mamá— la niña intenta coloca a su padre en su espalda y empieza a caminar —S-Sarada... (mi visión, se esta desvaneciendo, y siguen doliendo)— La niña empieza a correr pero en esto Sasuke empieza a tener un tic nervioso en su cabeza, haciendo que esta se incline de un solo lado rápidamente y cae de la espalda de Sarada —papá— este suelta un grito de dolor —Sarada, no puedo, t-tare a Sakura quí, AHHH, de prisa— 

La niña asustada y preocupada, ve como su padre continuaba en el sufrimiento, así que da la vuelta y empieza correr con lágrimas en sus ojos, mientras corría sin mirar atrás, llegando a la ciudad choca con alguien haciendo que esta caiga sentada en el suelo —Sarada, ¿Qué pasa?, ¿por qué estas tan agitada?— la niña al ver el hombre rubio en frente, se apresura en decirle con la voz quebrada —mi papá, se siente mal, está en el bosque gritando de dolor— al escuchar esto, Naruto se apresura en correr sin decir nada, Sarada sigue su camino en busca de su madre dejando a su padre en manos del Hokage —(tengo que salir de mi oficina, por ahora, sirvo)— dice quien se dirigía con Sasuke, el cual era un clon del rubio que pasaba por la ciudad haciendo su vigilancia.