¿Merodear? ¡Me apunto!

Una tarde movidita, con cabreo para comer.

ELENA

-¡Elenita Marrero! -chilló una voz a mis espaldas.

-¿Marlene? -pregunté al aire.

-Hola Remus. -saludó Marlene.

-¿Vienes, Remus? -dijo Lily, justo detrás de ella.

Ay no. ¿Qué estarán planeando?

Ya solas Marlene y yo, de repente va y salta a mis brazos, susurrándome en el oído

-¿Sabes? Lily y James ya son una relación pública, y me encantaría poder presumir de ti en la fiesta.

Me quedé con "me encantaría presumir de ti". Lo otro me entró por un oído y salió por el otro.

-A mí también me gustaría presumir de ti... ¿pero qué fiesta? -pregunté ya separadas.

-A veces me pregunto si vives debajo de una piedra.

-Sí, de la piedra de tu corazón. ¿Qué fiesta?

-La del karaoke en las tres escobas ¡no se habla de otra cosa!

-Marls, mi ciela, tú sabes que yo odio los cotilleos o rumores. Y que no les hago ni caso.

-Sí, lo sé, ¡pero es cierto! Vendrás, ¿verdad?

-Piensa: ¿podré negarme?

-No te dejaré. Es más. Te apunto al karaoke.

-JAJA. Una mierda, me muero de vergüenza. Solo he cantado una vez delante de un público, y fuisteis Lily y tú.

-Pero cantas muy bien, anímate. Yo te apunto, si te hechas atrás, me hago pasar por ti.

-Uy sí, de seguro das el pego.'

-Ves, hasta tú lo dices. Ea, voy a avisar a Lily.'

-¿A Lily?

-Ella es prefecta y avisa a Rosmerta Madre quiénes van a concursar.

-Pues sí, tiene sentido.

-Hay que ver, ¡lo guapa que eres y lo tonta que pareces!

-Oye, oye, oye, tú me debes una cita.

-Anda, ¿y eso?

-Marlene McKinnon, se está usted yendo como quien no quiere la cosa cuando me va a apuntar a un karaoke; eso merece un premio hacia mi persona.

-Oh, ¿y yo soy tu premio? -susurró a mi oído.

-Pensé que había quedado claro a la primera. -susurré yo de vuelta.

Ambas reímos pícaras.

De pronto un chico de hufflepuff que coincidía conmigo en adivinación se acercó a mi corriendo.

-¡Elena!

-Dime Jean.

-Hay rumores de que también... te gustan... te gustan... las chicas. ¿Es eso cierto?