Otra nueva guerra Santa, la vida de alfabica se encontraba al borde de la muerte.
Minos:esta vez yo seré quien gane
Albafica:aún no me rindo
Minos:no va hacer falta, estas apunto de morir caballero de piscisMinos hiba dar su ultimo ataque, albafica estaba muy debil no lograria esquibarlo.
Minos lanzo su ataque y antes de que las cuerdas tocaran a el caballero, fueron cortadas y algo termino enterrado en el corazon de aquel espectro
Minos:que esta...
Minos vio que tenia una espada enterrada ni siquiera pudo desenterrar la y callo al suelo muerto, por otro lado albafica no entendia lo que pasaba y frente a sus ojos vio una persona con capa cafe que fue corriendo hacia el este se desmayo callendo en los brazos de aquella persona.
Esa persona cargo a albafica y empezo a caminar hacia la sala de athena era el unico lugar serca, al llegar ahi se encontraba shion, el se acerco a aquel sujeto y se posisiono en ataque pero aquel sujeto no se movia.
Dejo el cuerpo de albafica en el suelo, le hizo una reverencia y se retiro sin dejar rastro.
Shion cargo el cuerpo de albafica y lo llevo a la sala medicina donde lo dejo en la camilla y dejo que se encargara la enfermera para que lo curara, mas tarde hiria athena para ver lo.
Los dias pasaron y aquella persona que habia salvado a albafica no habia vuelto aparecer era como si se lo hubiera tragado la tierra,por otra parte albafica no despertaba, tenia preocupados a su compañeros y shion el estaba pensando en aquella persona,quien era?por que salvo a albafica?muchas preguntas pasaban por su cabeza, pues aun tenia la duda de saber quien era aquella persona, pero algo esta seguro y es que debe agradezerle por salvar a albafica, pero aparte de eso, el aseguraba que esa persona volvería para ver como esta Albafica.
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🌹NO ERES EL ÚNICO CON MIEDO A DAÑAR🌹
AdventureEn una guerra Santa albafica estaba muy herido por su pelea contra minos entonces cuando estuvo apunto de morir alguien lo salvo pero no supo quien fue ya que quedó inconsciente pero después el empezó a buscar a quien lo salvo sin esperarse que era...