He can't dead

Capítulo 5

Horacio estaba saliendo del hospital, estaba muy feliz.

- Horacio, Buenas tardes- Conway saludó, a su lado estaba Gabriel sujetando a Ivadog con su correa- ¿Qué haces aquí?.

- Estaba haciendome una revisión médica, nada importante- respondió restandole importancia- ¿Están paseando a Ivadog?.

Gabriel asintió alegre.

- Hoy día voy a estar en el CNI investigando más sobre el paradero de Gustabo...

- Oh... avíseme si encuentra algo- Jack asintió.

- También tengo que llevarlo donde Greco- Dijo apuntando a Gabriel- Hoy lo haré trabajar como niñera, pero me olvide avisarle, una lástima de su parte si es que tenía planes.

- Abuelo, ya te dije que puedo cuidarme solo. Greco es aburrido, se la pasa haciendo cosas sin sentido y no deja de presumir su barba.

- Qué putada- Conway ignoró las quejas del menor- Venga, mueve el culo.

- ¡Yo puedo cuidarlo hoy!.

Los dos miraron extrañados a Horacio, normalmente el no quería perder el tiempo buscando a Gustabo.

- ¿Estás seguro?.

- Segurísimo.

Gabriel lo miró alegre, a diferencia de Greco su tío Horacio si era divertido.

- Bueno, todo tuyo. Me retiro, nos vemos más tarde- Conway se agachó y besó la cabeza de Gabriel y acarició la cabeza de Ivadog.

- ¡Adiós abuelo!- El castaño le gritó mientras veía como se alejaba.

Horacio cambió su expresión a seria, tenía que mostrarle el vídeo a Gabriel, y hoy era su oportunidad. Tenía que hacerlo por su bien, tenía que hacerlo por Gustabo.

El castaño comía alegremente el almuerzo que su tío Horacio había preparado para él, no era tan bueno como los que hacía su abuelo, pero tampoco estaban mal.

- ¿Porqué estaba en el hospital?.

Horacio paró de comer al escuchar la pregunta de su sobrino.

-Por una revisión médica ¿No lo escuchaste antes?.

- ¿Acaso se sentía enfermo? ¿Está todo bien?- Horacio sonrió ante la preocupación del cachorro, no entendía como ese lindo angelito había salido de ese...Moustro.

- Estoy bien, no tengo nada- El menor lo miró no tan convencido- ¿Si te lo digo prometes no decírselo a nadie?.

Gabriel asintió, tenía curiosidad.

- Voy a tener un cachorro- El castaño abrió los ojos de la sorpresa, pero luego le dió una gran sonrisa.

- ¡Eso es genial! ¡Tendré otro primo!- Entonces recordó como se hacían y su cara hizo una mueca de asco quitándole el apetito.

Ambos terminaron de comer después de esa conversación, Horacio aprovechó y sacó el tema por el cual había venido.

- Gabriel...tenemos que hablar, es importante- Gabriel lo miró con curiosidad.

- ¿Sobre qué?.

- Sobre Gustabo...

Gabriel tenía una expresión triste.

- ¿Entonces era verdad?... ¿Él no me quiere?- estaba al borde de las lágrimas, se sentía triste...muy triste.

- Claro que no- Horacio le agarró por los hombros haciendo que le mirara- Escucha, Gustabo dejó un vídeo para ti antes de marcharse, es muy importante que lo veas. Pero quiero que sepas que sabrás toda la verdad, y quiero que estés preparado cuando eso pase.

Gabriel estaba dudoso, pero quería la verdad, quería saber si su papi de verdad lo amaba. Él era consciente de cómo había sido creado, esperaba que en ese vídeo Gustabo le dijera más información sobre su padre, su nombre era un buen inicio.

- Estoy listo, quiero saber la verdad- El castaño dijo seguro de sí mismo, si quería dejar de lado sus dudas tenía que saber la verdad, incluso si eso significaba ver cosas que nunca hubiera querido saber.

- De acuerdo, espérame un segundo- Horacio sacó de su bolsillo el antiguo teléfono de Gustabo, ahí es donde había encontrado el vídeo.

Colocó el teléfono en la mesa, apretó el vídeo poniéndolo en pantalla completa, sólo tenía que darle play.

- ¿Estás listo?.

Gabriel asintió decidido.

- De acuerdo... ahí vamos...

Gabriel estaba mirando a la nada mientras pequeñas lágrimas salían de sus ojos. Horacio lo miraba en silencio, se lo tomó mejor de lo que esperaba.

-¿Cómo te sientes?.

Gabriel se quedó en silencio unos segundos.

- No lo sé...

- Esto lo hice por Gustabo, él cree que mereces saber la verdad y por eso grabó este vídeo, para tú sácaras tus propias conclusiones.

El silencio estaba por toda la sala, Gabriel seguía procesando lo que acababa de ver.

- Aquí es donde te pregunto... ¿Qué piensas hacer ahora?.

- ...

- Piénsalo bien... podría acabar bien o podría acabar muy mal...

- Ya sé lo que tengo que hacer...

- ¿Cuál es tú decisión?.

Gabriel levantó la cabeza mirando a Horacio, su mirada ya no tenía el mismo brillo de antes, ya no reflejaba lo que era... un niño. Ahora su mirada reflejaba ira y deseo de justicia, su mirada había perdido toda la inocencia que tenía. Y Horacio lo había notado.

- Voy a matarlo...