Capítulo 11

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- Así fue como escapamos de federal...

Horacio escuchaba al alfa atentamente, aún no podía creerse que Armando Grúas y Yun Kalahari estaban en frente suyo, casados y con cachorros.

- ¿Dónde están los demás?.

Armando suspiró, no confiaba en Horacio, si antes era un topo en su mafia no le sorprendería que en esos momentos estuviera en el punto de mira de un francotirador.

- ¿Viniste a arrestarnos?.

- No... No puedo hacerlo.

Kalahari lo miró desconfiado, pero no parecía mentirle.

- ¿Polqué?.

- Era una condición para venir aquí.

La pareja se miró confundida, la única persona que sabía su ubicación era Gustabo, pero él ya no estaba...

- ¿Cómo nos encontraste?.

- Respondan a mi pregunta primero, ya respondí a una de las suyas. Es mi turno ¿Dónde están los demás?.

- No lo sabemos... Cuándo escapamos decidimos desmantelar la mafia, falsificamos nuestros DNI y cada uno se fue por su lado, Yun y yo avanzamos juntos. Pero...

- ¿Pero?.

- Manolo no tuvo esa suerte... Hubo un accidente y él murió...

Horacio le dió un gran sorbo a su café, de toda la mafia Manolo era el único que tenía buenos recuerdos con él.

- Manolo... Lo echaré de menos...

- De todas folmas ¿Cómo nos encontlaste? Gustabo ela él único que sabía nuestla ubicación.

- Había una nota, en un diccionario en su habitación, al parecer quería que los encontrara.

Armando vió la taza vacía de Horacio, el café se había acabado así que se levantó y trajo una botella de vino, sirvió el vaso de su pareja y le hizo un gesto a Horacio para servirle.

- No, gracias. Estoy esperando un cachorro así que no puedo tomar alcohol.


- Felicidades por eso.

Horacio los miró seriamente, había una pregunta que no dejaba de comerle la cabeza desde que había entrado en esa casa.

- ¿Porqué Gustabo querría que los encontrara? Debería preguntárselo después.

La pareja miró desconcertados a Horacio ¿Acaso creía que él estaba vivo? Eso era imposible.

- ¿A qué te refieres? Gustabo está muerto.

- No, no lo está. Lo vi, hablé con él.

Entonces Armando entendió, entendió todo.

- Horacio... Tenemos que hablar.

El Omega miró a la pareja, ellos lo miraban con bastante seriedad y se estaba empezando a poner incómodo.

He can't deadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora