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⚠️ Tcest

⚠️ Autodesprecio

⚠️Autolesiones

⚠️ Dolor emocional

⚠️ ¿Spoiler alert?

⚠️ Confort familiar

⚠️ Depresión internalizada

⚠️ ¿Explicito?

⚠️ Fluff (mas o menos)

Quizá era el hecho de ser el menos comunicativo acerca de sus emociones o sentimientos, o que realmente nunca aceptó el hecho de que le consolaran con abrazos o besos, mimos y caricias, era le definición de frio, duro y sin emociones.

Podía aparentar completamente que estaba a punto de llorar con una mirada de póquer, haciendo entender que en realidad no le importaba en absoluto lo que había sucedido o el trauma que sea que haya pasado.

Pero esta vez estaba ahí, frente al espejo de aquel baño que compartía con su familia, con el grifo abierto para causar sonido que disfrazara sus pequeños sollozos que hacían un poco de eco para sí mismo en las paredes de ese baño, incluso encendió la regadera de la ducha para así ocultar los hipidos más fuertes que salían de su garganta involuntariamente, no podía soportarlo más, había llegado a su límite, después del trigésimo sexto intento fallido para hacer que su bō llegara a estar al mismo nivel que las armas místicas de sus hermanos, quería ser tan eficiente y eficaz como sus hermanos lo eran, parecía que su propia tecnología no lo ayudaría en las peleas que tenían y a menudo debía ser salvado por alguno de sus hermanos.

Él era el que tenía que proteger a sus hermanos menores, no sus hermanos menores tenían que ver por él para que no sufriera ningún daño, ser el más listo de todos no servía, construir cosas extraordinarias que se supone tenían que hacer su vida y la vida de los demás mucho más fácil, con artilugios que podían obedecer con solo un chasquido ¿de que servía si no podía ni defenderse o defender a los otros con ello? por favor, su escudo tecnológico pareció ser de mantequilla cuando Shredder simplemente deslizó sus garras justamente en aquel muelle lleno de contenedores de carga marítima, se supone que estaba hecho del material más resistente que pudo haber encontrado, era su mejor escudo tecnológico y aun así, se destruyó como si fuera una hoja de papel contra un cuchillo bien afilado, lo destrozo en menos de un segundo, ni siquiera teniendo tiempo a reaccionar, de no haber sido por aquel trapo que sacó de su bō tecnológico probablemente ahora ni siquiera estaría ahí frente a aquel espejo sintiéndose patético, inútil, inservible, un asco en general si era sincero.

Sus pesadas lagrimas no dejaban de hacer su trayecto devuelta por sus mejillas que secaba con rabia, cada que secaba aquella húmeda línea que dejaba en su rostro, otra más grande y pesada volvía a bajar, a veces por el mismo camino que la anterior y otras parecían que solo querían hacerlo enfadar todavía más, tomando otro camino del que no estaba muy consiente que iría, sus mejillas estaban rojas por lo rudo que sus manos limpiaban las lágrimas, un par de veces golpeándose para evitarlo y dejar de llorar.

¡¿Por qué no simplemente te detienes?!

Era un pequeño susurro para sí mismo, un susurro molesto, ¿por qué sus ojos no obedecían a lo que él quería? le ordenaba a su cerebro dejar de llorar, pero no se detenía, simplemente seguía y seguía llorando en el cuarto de baño.

¿Por qué no puedo hacer nada bien?

Su garganta lo traicionó, flaqueando en sus palabras por el nudo en su garganta que se apretaba cada vez más fuerte, se sentía tan mal, otro hipido involuntario salió de su garganta, tragando dolorosamente para tratar de hacer desaparecer aquel nudo, su quijada temblaba ante cada pensamiento que cruzaba su mente y lo imposible que era controlar sus sentimientos, no tenía el control «si no tenía la habilidad de crear algo útil, ¿por qué incluso estoy aquí?» no merecía estar aquí, rodeado de las personas que conocía, de sus hermanos de su padre, no era lo suficientemente fuerte o veloz o incluso temerario, su tecnología no era buena ni resistente, no merecía adulaciones o ánimos de los demás cuando el apenas y podía estar cerca de ellos, no podía ni decirles que los quería, que se sentía nada sin ellos, por si solo consigo mismo se sentía nada a comparación de los demás, eran valientes, fuertes, inteligentes, amorosos «yo solo soy un pedazo de basura, incapaz de demostrarles que son importantes para mi»

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