Las cosas simples - Kookmin

20

La mañana siguiente Jungkook no despertó con una sonrisa. No estaba de mal humor ni de buen humor. Seguía cansado pero tampoco la falta de sueño le molestaba. No se acercó a darle un beso o abrazo a su abuela quien estaba en la cocina, no porque no le naciera sino porque ni siquiera estaba consciente de su presencia. Era como si estuviera ausente en su mente, sin que nada de lo que pasara a su alrededor le importara. 

Ya no era el mismo de antes. 

Estaba preparándose para ir a trabajar solo porque no le quedaba de otra. Necesitaba ese empleo en la universidad y necesitaba el dinero. Pero la idea de tener que ver a Jimin en aquel lugar era dolorosa. No sabía cómo serían las cosas entre ellos a partir de entonces. 

Se propuso buscar otro trabajo mientras tanto. Algo surgiría eventualmente. Pero ya no podía seguir allí, donde todo comenzó…

— Jungkook. — oyó que su abuela lo llamaba. Estaba sentado con la mirada perdida en su café, ni siquiera lo había probado. La mujer se sentó frente a él con su taza de té. — ¿Has ido a ver a ese hombre, no es así? Ayer. 

El pelinegro no contestó de inmediato, le dio un sorbo a su café y luego miró a su abuela. 

— Sí, fui. Escuché lo que tenía que escuchar. Eso fue todo. — dijo. 

— ¿Eso te hizo sentir mejor? 

— No, abuela. No me hace sentir mejor. Me siento horrible. — respondió enojado. — Mi padre murió en una situación estúpida y completamente evitable. ¿Sabes la impotencia que tengo? 

— Sí, conozco ese sentimiento a la perfección. — dijo Eun-ji. — Tu madre también lo conocía bien. Y aún así continuamos con nuestras vidas. Si quieres estar molesto conmigo por siempre, hazlo. Pero esto. — señaló a la apariencia cansada y desesperanzadora del joven — No puede seguir así. 

Al escuchar aquello Jungkook se sintió terrible. Él llevaba dos días lidiando con ese dolor, su abuela llevaba años. Y entendió que desquitarse con ella no solucionaba nada. 

— ¿Cómo hiciste tú? — preguntó entonces más tranquilo — ¿Cómo hizo mamá? ¿Cómo hago yo? Ni siquiera conocí a mi padre y siento que lo perdí por segunda vez. Perdí a Jimin también. 

— Oh, corazón. Solo tendrás que dejar ir lo sucedido eventualmente. No olvidar porque yo jamás he olvidado, solo seguir adelante aprovechando la vida, disfrutándola. Es lo que Jung-hyun hubiera querido. 

— ¿Cómo puedes saber lo que papá habría querido? Ni siquiera tuvo tiempo para saber qué fue lo que lo mató. Ni siquiera tuvo tiempo para enojarse o sentirse mal. Solo se fue y ya. 

— Porque conozco a mi hijo. — sonrió ella — Él era la persona más alegre del mundo. Y tú eres igual a él. Cada vez que sonríes es como si lo mantuvieras vivo. Sé que no hubiera querido verte así. Y sé...que no hubiera querido que te alejes de Jimin, incluso siendo quien es. — admitió. 

— ¿De qué hablas? Tú no querías que estuviera con él. Y tenías razón, debí haberte escuchado.

— Sí, intenté evitarlo porque no quería traer el pasado a nuestras vidas otra vez pero...fue tarde, y de todos modos eso iba a pasar algún día, ahora lo sé. Me equivoqué, y lo siento, Jungkook. — Eun-ji estiró la mano y la posó sobre la de su nieto. — Lamento haberte alejado de la verdad, lamento no haberte apoyado cuando lo necesitabas. 

— Está bien, abuela. — el pelinegro finalmente le sonrió apenas y sostuvo su mano también — Tú eres mi única familia, no pienso perderte también solo porque esté molesto.

Aquel comentario casi hizo llorar a la anciana pero pudo soportarlo. 

— ¿Y por qué ese pensamiento no puede aplicar a Jimin también? — preguntó — Él te hacía feliz y también está sufriendo con todo esto. Al menos podrían atravesarlo juntos.