Las cosas simples - Kookmin

Final: Parte I

Jungkook acompañó al hombre hasta su oficina y le llevó un vaso de agua. Park Ki-hyun ya se veía más tranquilo pero de todos modos aún no se atrevía a dejarlo solo. 

— Voy a llamar a Jimin ¿Sí? — le informó mientras sacaba su celular. 

— Él ya se debe haber ido. — le contó el mayor. 

— ¿A dónde? Me dijo que se mudaría a un departamento. 

— No. — negó el otro — Quería volver con su madre, a Londres. 

De pronto el desesperado entonces fue el pelinegro. No podía creerlo. ¿Cuando había decidido eso? No había pensado en la posibilidad de que el menor se fuera tan lejos justo en ese momento.

— Dijo que iría a la universidad para transferirse y luego iría al aeropuerto. — le informó Ki-hyun — Quizás...no sea tan tarde. 

Jungkook intentó llamar al rubio ahora más que nunca. Tenía que localizarlo. Tenía que detenerlo y evitar que se fuera. No podía perderlo.

Pero sus llamadas iban directo al buzón de voz. 

Miró su reloj. ¿Podría ser que aún tuviera tiempo? 

— Perdón, tengo que irme, voy a ir a buscarlo. — le dijo a Ki-hyun. — Tengo que recuperarlo. ¿Usted estará bien?

— Ve. Yo estaré bien. Ahora sí. — le sonrió el hombre — Que busques a mi hijo es lo que más quiero que hagas ahora. — Tomó las llaves del auto de su escritorio y se las entregó — No tengo nada contra tu viejo auto, pero el mío es más rápido. Apresúrate. 

— Gracias. — dijo Jungkook. Le dirigió una última mirada a aquel hombre y fue en busca de su amor. 

El auto del señor Park era sin duda mucho más veloz que el suyo. Condujo con prisa y mientras, para ganar tiempo, decidió llamar a alguien más. 

— ¡Tae! — exclamó al escuchar la voz cansada de su amigo. — ¡Necesito que me hagas un favor enorme! 

— Oye, ¿Qué te pasa? ¿Está todo bien? — se preguntó el otro. 

— Sí, pero es largo de explicar. ¿Estás en la universidad aún? 

— Ya me estoy yendo. Voy de salida en este preciso momento. — respondió mientras se subía a su auto y se preparaba para ir a casa a descansar. 

— ¡No, no, no te vayas! Tienes que buscar a Jimin. ¿No lo has visto por ahí? Es importante. 

— Jungkook...si preguntas por él, no podrás sacártelo de la cabeza. Tienes que-

— Por favor. — le interrumpió el pelinegro — Luego te contaré todo. Solo búscalo ¿Sí? 

Taehyung bufó antes de decirle la verdad al chico. 

— De hecho sí lo vi. Llegó antes de que tú te fueras, no sé a qué vino, ya no hay clases pero su auto sigue en el estacionamiento. Lo vi hace un momento. 

— ¡Perfecto! — exclamó feliz Jungkook — Encuéntralo y detenlo por mí. Estoy yendo para allá. No dejes que se vaya, Tae. Tengo que hablar con él. 

— ¿Estás seguro? Porque ya no quiero verte sufrir. 

— Por favor. Haz esto por mí. — insistió y luego cortó la llamada para concentrarse en las calles. 

Taehyung rodó los ojos. No podía creer lo que estaba por hacer. Bajó del auto, volvió a entrar en la universidad y fue en busca del rubio ese que tanto detestaba. O bueno, quizás ya no tanto.