Eterno Poder ©

Capítulo 12: Abrir tu corazón en el peor momento

— ¿Quién eres?- pregunta mi madre al chico que está en la puerta, Pterseo. ¿Por qué siempre tiene que hacer lo contrario a lo que le digo? Sería tan fácil estar con él, irse de Liphops, viajar, tener una familia si fuera normal; pero soy justo lo contrario.

— El pizzero. —dice con un sarcasmo oculto tras su media sonrisa. Mi madre mira a mi padre, este a mí y yo a Pterseo; al cual no le paro de hechar unas miradas petrificantemente mortíferas. Pero no las puede ver, tengo las gafas y él lo sabe, lo cual hace que sonría más.

—No hemos pedido pizza. —contesto intentando que entienda mi indirecta, vete.

Después de unos segundos de silencio entre mis padres y cuando creo que Pterseo no sabe que decir ni hacer, mi padre salta y se acerca a él.

— Tú eres el hijo de Barry White, ¿no?

— No, es mi padrastro. Mi madre es Dane White, se cambió el apellido cuando se casó para nacionalizarse.

— Me sonaba de algo tu cara.— dice mi madre con una sonrisa de oreja a oreja mientras le echa un ojo. Nunca les había visto tan entusiasmados por alguien.

—¿Qué haces repartiendo pizzas teniendo la fortuna que tienes? — Pregunta mi padre.

—No todo lo que se tiene se puede disfrutar.— dice mientras me mira con los ojos aterciopelados, se refiere a mí; menos mal que mis padres no se han enterado de nada.

—¿Y la pizza? — le pregunto.

— Se me habrá olvidado en la moto, discúlpenme.— pide disculpas con ojos degollados. Lo que me faltaba, ahora sería bueno que mi padre le pagara por una pizza que no existe.

— No pasa nada, oye.— dice mi padre acercándose a él y apoyándole la mano en el brazo como si fueran amigos. — Te gustaría...—

—Pterseo. Me llamo Pterseo.

—¿Te gustaría Pterseo comer mañana con nosotros?— pregunta mi padre sonriente. ¿Pero qué? Esto debe ser una broma de mal gusto.

— Con mucho gusto.—se despide, me giña el ojo; como diciendo mira Mel así es como se hace ¡qué arrogante! Y se va.

No entiendo nada, mis padres nunca habían dejado entrar a nadie en casa y menos a un desconocido.

—¿Y eso a qué ha venido?— les pregunto esperando una respuesta clara.

—Es largo de contar, siéntate.— dice mi madre.

Mi padre trabaja en una empresa, en el laboratorio. Allí trabajan para crear vacunas y para descubrir nuevas formas de inmunizarnos contra virus o enfermedades extrañas. Pero en secreto mi padre tiene una investigación oculta, sobre mí. Cuando nací, mi padre creó esta empresa para buscar una cura a mi poder, a mi maldición ; y para guardar las apariencias lo investigó en secreto.

— Tenemos un problema en la empresa Melanie.— dice mi padre en tono serio.

— ¿Qué ha ocurrido? —Aunque no veo la conexión entre Pterseo y la empresa.

— Sabes que ha habido varios problemas de dinero durante este año.— Asiento. — Así que los asesores financieros de la empresa me han aconsejado.. Bueno me han exigido que la venda.—

—Pero ese no es el problema.— argumenta mi madre. — Lo que pasa que el que quiere comprar las acciones, está interesado en las investigaciones del laboratorio y en sí, sus experimentos.—

Sigo esperando una respuesta que me aclare a qué se refiere, pero solo encuentro silencio y miradas entre ellos.

—El que lo quiere comprar es... Barry White.