─ᴇsᴛᴏ ɴᴏ ᴛɪᴇɴᴇ ɴᴏᴍʙʀᴇ

5.5K 453 142
                                    

Me sorprendió que Edward me esperase en el garaje. No le había visto separarse de Bella en días. Pero a ella no le había pasado nada malo a juzgar por la expresión de su rostro. De hecho, su semblante era mucho más tranquilo que los días de atrás. Se me formó un nudo en el estómago cuando recordé de dónde procedía esa paz.

—Debemos hablar de un par de cosas, Jacob —me soltó en cuanto apagué el motor.

Inspiré hondo y aguardé cerca de un minuto antes de salir del coche y lanzarle las llaves.

—Gracias por el préstamo —contesté con acritud; al parecer, debía devolver el favor—. ¿Qué quieres ahora?

—En primer lugar, sé cuánto te revienta imponer tu autoridad en la manada, pero...

Pestañeé atónito. ¿Cómo se le ocurría hablar de eso ahora?

—¿Qué...?

—Si no puedes o no quieres controlar a Leah, entonces yo...

—¿Leah? —le interrumpí, hablando entre dientes—. ¿Qué ha sucedido?

—Se presentó en casa para averiguar por qué te habías marchado tan de repente —contestó con rostro severo—. Intenté explicárselo. Supongo que no podía haber acabado bien.

—¿Qué hizo?

—Cambió de fase y se convirtió en mujer para...

—¿De veras? —le interrumpí, francamente sorprendido.

¿Que Leah había bajado la guardia en la guarida del enemigo? No daba crédito a mis oídos.

—Quería hablar con... Millie y Bella.

—¿Con Millie y Bella?

—No voy a dejar que vuelva a desquiciarlas. —Ahora sí, Edward sacó toda la mala leche y el cabreo acumulados—. Me da igual que ella se crea cargada de razones. No le hice daño, por supuesto, pero la expulsaré de la casa si esto vuelve a suceder. Pienso tirarla de cabeza al río...

—Aguarda. ¿Qué dijo?

Nada de aquello tenía sentido. Edward aprovechó que inspiraba hondo para recobrar la compostura.

—Leah empleó un tono de innecesaria crueldad. No voy a fingir que comprendo las razones por las que Bella no te deja ir, pero sé que no se comporta de ese modo con el propósito de hacerte daño. Ella sufre por el dolor que nos inflige a ti, a su hermana y a mí, al pedirte que te quedes. Tampoco es la culpa de Millicent querer que Bella sea feliz. Las recriminaciones de Leah estaban fuera de lugar y de tono, y Bella rompió a llorar...

—Espera un momento... ¿Me estás diciendo que Leah se puso a pegarle gritos a Millicent y Bella por mí?

El vampiro asintió una sola vez con brusquedad.

—Tuviste en ella una defensora de lo más vehemente.

«Vaya.»

—No puedo prometerte que vaya a controlar a Leah —repuse—. No pienso hacerlo, pero sí tengo intención de hablar con ella muy en serio, ¿vale? Y no creo que se repita. Leah no es de las que se muerden la lengua y se lo guardan dentro, así que probablemente lo habrá soltado todo hoy.

—Eso puedo asegurártelo.

—De todos modos, también hablaré con... Bella. No ha de sentirse mal, pues esto sólo tiene que ver conmigo y su hermana. ¿Se encuentra bien?

—Ahora duerme. Rose está con ella.

De modo que la psicópata ahora se llamaba «Rose». Él se había pasado completamente al lado oscuro.

𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐇𝐄𝐑³ | jacob blackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora