𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐇𝐄𝐑³ | jacob black

─ɪᴍᴘʀɪᴍᴀᴄɪᴏ́ɴ

☾

—Renesmee está muy a gusto con Jacob, Millie. Yo que tú empezaría a entrar en pánico —bromeó Edward. Puse los ojos en blanco.

No había nada que me importara menos que la relación entre Jake y la pequeña Cullen.

—Bueno, es mi turno —le dije a Jacob quien me miró de mala gana—. Escúchame una cosa, cara de perro, es mi sobrina.

—No me gusta que me digas eso —murmuró haciéndose el dolido y me entregó a Renesmee.

—Entonces compórtate.

La niña comenzó a reír a carcajadas cuando la sostuve en mis brazos y le saqué la lengua a Jacob. Era muy sencillo hacerla feliz.

—En cuanto puedas, dale otra mordida —le susurré a mi sobrina lo suficientemente alto para que Jake escuchara.

Mi relación con Jacob no había cambiado demasiado. Seguía muerta de amor por él y mi corazón se aceleraba cada vez que sentía su tacto, aunque cada vez era mucho más común que se pasara las tardes conmigo.

Nuestros planes se basaban en pasar las horas junto a Renesmee, pero cuando eso no sucedía, nos gustaba caminar por el bosque y hablar de lo fantástica que era la niña. Me sentía completa. Por fin había algo del mundo sobrenatural que podía compartir con Jake.

—¿Cómo te sientes? —me preguntó una tarde después de ver a la bebé—. Con todo esto, ya sabes.

Observé a Jacob que caminaba con sus manos en los bolsillos, sin animarse a mirarme.

—Cuando pensaba en tu imprimación... sentía que moriría, Jake. No lo sé, es un sentimiento de lo más extraño.

—No estás enfadada con Renesmee, ¿cierto? —preguntó preocupado

—¡Claro que no! —le respondí molesta ante su duda—. No, no. En realidad me tranquiliza saber que la quieres, Jake.

Él asintió y detuvo su caminata, logrando que yo lo hiciera también.

—¿Qué es lo que te tiene mal? —interrogué parándome frente a él.

—En realidad me tiene extrañado —confesó—. Millie... Esa tarde que peleamos yo me fui a buscar... alguien en quien pudiera imprimarme —dijo avergonzado—. Tú querías que desapareciera de tu vida y supe que era la única forma de cumplir tus deseos.

—Sabes que no lo decía en serio —lo detuve.

—Lo sé, lo sé —dijo—. Es sólo que me sentía pésimo porque no podía hacerte feliz, pero cuando miraba el rostro de cada mujer que se cruzaba en mi camino, terminaba buscándote a ti. No podía controlarlo. Mi corazón latía únicamente por ti.

Apreté mis labios. No quería que siguiera su explicación. No quería que me admitiera que ya no me amaba, porque lo sabía.

—Y cuando vi a Renesmee... No puedo explicarte mis sentimientos, pero fue algo completamente abrumador.

—Jake, está bien...

—Déjame terminar —pidió y yo me callé—. Cuando la vi supe cuál era mi propósito en la vida y es cuidarla, protegerla y hacerla feliz, y aún así, aún sabiendo que ella sería lo que me mantuviera vivo, también te encontré a ti.

Mi respiración se cortó por unos segundos. 

—Vi sus ojos y encontré los tuyos, Millie... ¿Tú sabes qué es lo que me muestra Renesmee cada vez que puede?