─ᴇʟ ɢᴇsᴛᴏ

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La ceremonia desembocó suavemente en la fiesta de recepción. En esos momentos se ponía el sol sobre el río: La boda había durado exactamente el tiempo necesario para permitir que el sol se desvaneciera entre los árboles.

—Felicidades —dije mientras me acercaba a los recién casados.

Bella y Edward me abrazaron en conjunto, provocando que me echara a reír. Mi hermana era sólo un año mayor que yo, pero me sentía sumamente pequeña a su lado.

—Felicidades, chicos —dijo Seth a mis espaldas.

Sue se mostraba rígida a su lado, vigilando a los invitados con una cautelosa intensidad. Su rostro afilado resultaba fiero, con una expresión que acentuaba su pelo largo de estilo severo; era tan bajita como su hija Leah y tragué saliva. Me pregunté si ella me odiaba al igual que los otros.

Billy, al otro lado de Seth, no estaba tan tenso como Sue.

Parecía extrañamente cómodo considerando la compañía y el suceso al que estaba asistiendo, pero sus ojos negros brillaban como si hubiera recibido buenas noticias. Me sentí impresionada por su compostura. Esta boda debería haberle parecido algo muy malo, lo peor que le podía pasar a la hija de su mejor amigo, al menos a sus ojos.

—Yo pienso embriagarme —comentó Charlie apareciendo a nuestro lado—. ¿Has visto a tu madre, Millie?

Todos lanzaron unos silbidos y risas por lo bajo. Negué con una sonrisa y los Clearwater junto a Billy, acompañaron a mi padre.

Estaba a punto de irme para que los invitados siguieran felicitando a los recién casados, pero unas bellísimas mujeres y un hombre encantador me dejaron plantada allí.

Según tenía entendido eran los vampiros de Denalí, el aquelarre que seguía la misma dieta que los Cullen, por lo que no sentí miedo alguno cuando los vi tan cerca de mí.

—Ellas son Tanya, Kate, Carmen y Eleazar —presentó Edward—. Nuestras primas de Alaska.

—Mucho gusto, ustedes deben ser Bella y Millie.

—Encantada —murmuré sincera.

Tanya rió.

—Bienvenida a la familia, Bella —sonrió, algo compungida—. Nos consideramos también parte de la familia de Carlisle y siento mucho el..., ejem, reciente incidente, cuando no nos comportamos como tales. Deberíamos habernos conocido antes ¿Podrán perdonarnos?

—Claro que sí —respondí casi sin aliento, evitando la respuesta de Bella.

—Irina, acércate a conocer a Bella y Millie —habló Tanya.

La mujer se acercó a nosotros con un rostro espeluznante.

—Han invitado a uno de ellos —murmuró enfadada.

Sus ojos se desviaron hacia Seth, y me puse en guardia. No podía hacer nada ante un vampiro, pero no podía permitir que tocaran a Seth, no después de que me hubiera salvado la vida.

Edward puso su mano sobre mi hombro, calmándome.

—Irina, tranquila, es nuestro amigo.

𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐇𝐄𝐑³ | jacob blackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora