DOCE

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Bajarme de los hombros de Noah me resulta muy incómodo, porque el tiene que agacharse y yo pasar por encima de su cabeza. Gracias a Dios llevo un short bajo la falda del vestido, pero eso no cambia el hecho de que me sienta jodidamente incomoda por ello.

Me da una sonrisa de oreja a oreja y me guiña un ojo. Si, hace que me sienta peor pero se bien que es una broma. Ese es mi querido Noah.

Jenell se acerca a mi, alza sus manos y acomoda mi cabello. Tenerla cerca resulta muy raro, ella siempre trata de mantener la distancia conmigo a pesar de cualquier cosa. Si vamos en un auto, todos pegados como sardinas en una lata, estoy segura que Jenell sería capaz de ir en el techo del auto con tal de no tenerme cerca.

Queda claro que es muy antipática.

Trato de no mirarla. Quizá si la miro me haga de piedra. Por encima de su hombro visualizo a Morgan lanzarse en los brazos de Noah, ya queda claro que esos dos tienen algo, por dios, es muy obvio.

La vampiresa se aleja de mi, volviendo a estar junto a Edwin, quien ya se encuentra hablando con un chico que desconozco. Todos hablando con alguien y yo aquí, más sola que la una mirando todo.

Retrate, ahí viene.

Axel se acerca a mi, posicionándose a mi lado con las manos dentro de los bolsillos de su disfraz. Lo reconozco, porque es una de mis películas favoritas, está vestido como The Purge. Se ve tan jodidamente bien.

Dios ¿que se va a estar viendo bien ese imbecil? Estas ciega.

- ¿Que? - Alza una ceja.

Mi mirada baja a su cintura, tiene una máscara brillante de neón colgando de su cinturón. Se aclara la garganta y yo me sonrojo ya que entiendo que esta pensando.

- Limpia tu mente con Lejía, Axel - Hago un ademán.

Se inclina hacia mí, tan cerca que siento su aliento el mi oreja, me encogo de hombros al sentir el escalofrío recorrer mi espalda.

- Personalmente me gusta tener la mente sucia, tu provocas eso en mi.

Excelente, tiene problemas él también.

Noah se gira hacia nosotros, su expresión de alegría cambia al ver a Axel, este le sonríe de medio lado por educación y se aleja de nosotros no sin antes guiñarme un ojo.

×××

Perdí la cuenta de cuántos vasos me he bebido, y a sido una jodida mala idea haber bebido el primer vaso de vodka como si fuera agua. Joder, estoy viendo a Dios y a él Diablo al mismo tiempo.

A ver, a ver ¿con cual te vas?

Noah me a arrastrado hasta la cocina, donde estoy bailando disimuladamente con un vaso rojo en mi mano.

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