TRECE

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— ¡Ainoah, bajate de ahí!

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— ¡Ainoah, bajate de ahí!

— ¡No! – Le grito de regreso.

— ¡Estas haciendo el ridículo, vas a caerte de ahí! – Morgan chilla.

Bailo sobre el pequeño muro del balcón, estoy corriendo el riesgo de caerme y terminar con un hueso fracturado o una muerte segura. Pero el alcohol y los efectos del LSD cubren por completo mi sentido común.

Hay gente reunida en la puerta, mirando lo que yo estoy haciendo. Noah, Morgan, Edwin y Jenell obstruyen la puerta para que nadie pueda pasar. La gente alza las cabezas y se ríen de mi. Estoy haciendo el ridículo, lo sé, pero apenas y me importa.

Lo que hablaran de ti el lunes, joder que papelón.

Jamás había bailado en público, no así, siendo Ainoah. Y es tan divertido y liberador. Jenell a dicho que yo soy una tonta que no sería capaz de bailar delante de todo mundo, que no sería capaz de hacer el ridículo por una vez en mi vida.

Entre toda la gente visualizo a Axel, con el ceño fruncido y una mirada para nada amigable. Se abre paso hasta entrar al balcón esquivando a Noah y a su hermana. Me causa gracia que este aquí, delante de mí y mirándome con odio. Los ojos le brillan bajo la luz de la luna cuando me muevo delante de él, moviendo las caderas de un lado al otro mientras me inclina hacia y con la punta de mis dedos tocó su barbilla alzando su cabeza para que mire directamente a los ojos.

— Ainoah – Pronuncia mi nombre con rudeza.

— Lindo y adorable Big_papa.

Había olvidado por completo como conocí a Axel, como me reí mentalmente por su ridículo nombre en Dax.

— Bajate de ahí, Ainoah – Demanda y yo me giro dándole la espalda.

A Noah deben de estar saliendose los ojos de sus órbitas porque le estoy bailando a Axel delante de todo mundo, sin pudor, sin vergüenza.

Me toma de la muñeca con demasiada fuerza, estoy por chillar pero mi voz queda en el aire cuando caigo sobre su hombro, mis piernas contra su pecho y la sangre subiéndose a mi cabeza. Me río como idiota al tener una buena vista de trasero en esos jeans oscuros y con manchas de sangre falsa. Se gira conmigo encima y la cabeza me da vueltas, me imagino la cara de Noah y la de todo mundo.

Dios, que vergüenza.

Se abre paso entre la gente conmigo sobre su hombro, al alzar la cabeza visualizo a Noah con una expresión de pocos amigos, fulminando la espalda de Axel y a mi. Alzó mi mano y me despido de él haciendo que parezca más molesto.

Cuando estamos fuera de la casa el viento se siente bien contra mi piel.

— ¿Sabias que tienes un lindo trasero, Big_papa? – Canturreo llevando mis manos a dicha área.

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