TRES

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Hola, Dios, soy yo de nuevo.

Si alguien me hubiera dicho que Big_papa es nada más y nada menos que Axel Haider me hubiera reído a carcajadas, de la misma forma que me habría reído si me hubieran dicho que meses después de empezar con mis trasmisiones alguien iba a chantajearme.

Quizás estoy imaginando cosas, quizás no lo dijo y estoy tan paranoica que creo que si. Este día va de mal en peor y no veo la hora de irme a la cama o de despertarme para vivir un viernes común y corriente donde todos hablan de Tasha y planean que harán esta noche.

Quiero romper una botella y clavarmela en el pecho, ahogarme con mi saliva, que la tierra me trague o me dé un paro cardíaco. Cualquiera de las opciones me viene bien, con tal de no estar viviendo esto me parecen maravillosas.

No estoy loca, de verdad lo he escuchado, el de verdad lo a dicho.

- ¿Que?

Abro y cierro la boca, no se que demonios decir porque todo esto me parece sorprendete al igual que el hecho de que alguien descubriera mi identidad, me parece algo ilógico porque he protegido mi identidad más que a mi propia vida.

Tengo un nudo en la garganta y el estómago revuelto.

- No puedes ser tu - Murmuró.

Gira y apoya sus brazos en la barra, sus músculos se tensan y, a pesar de que el es quien me está chantajeando, no puede dejar de mirarlo y enumerar todos sus cualidades.

- Yo tampoco esperaba que fueras Tasha.

Si, si es el.

El miedo, los nervios, el pánico, todo lo que sentía se vio remplazado por un chispa de ira que me recorrió el cuerpo.

- ¿Que demonios quieres? - Escupo.

Ni siquiera hace un gesto de sorpresa, sólo toma el vaso de whisky y sonríe.

- Dejaría de ser divertido si te lo digo ahora.

- ¿Te divierte esto? - Mascullo - Dime que demonios quieres, Axel.

Cierra los ojos y hace una expresión de satisfacción, su garganta emite un sonido casi inaudible por la música. No tengo tiempo de hacer algo, de apartarme antes de sentir su tacto; su dedo índice toca mi mandíbula y me sonríe de forma maliciosa.

- Mi nombre se escucha de manera esquisita viendo de ti.

Me he quedado paralizada, no puedo moverme ni mucho menos parpadear. Su sonrisa comienza a parecerme endemoniada.

- ¿Sabes una cosa? - Da un paso hacia mí - Siempre me imaginé mi nombre salir de los esquisitos labios de Tasha Korovin.

- ¿Donde demonios están tus tontas pruebas de que soy Tasha?

Virtual (+18) © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora