Kyoto

Capitulo 9

CAPITULO 9

Las fiestas navideñas han terminado y con ellas nuestras vacaciones, comenzamos un nuevo semestre en la universidad, y a pesar de todos mis gruñidos volvimos a estar separados pero que más da si él podría seguir haciendo esos hermosos dibujos que tanto disfruta... Y yo seguiré escribiendo cosas para esas asignaturas que me harán ser un gran escritor.

Los meses fueron pasando y me dieron una tarea, debía hacer un ensayo de cualquier tema, y claro yo lo haría sobre mi vida y lo que he pasado con Nagisa y nuestras travesías hasta llegar a estar juntos. Y ahí estaba yo, frente al ordenador intentando escribir algo bueno, pero siempre terminaba borrando todo nada sería demasiado bueno para ser algo de ambos... Hasta que la inspiración llego a mí.

"¿Qué es el amor en esto a lo que todos llamamos vida?, al principio de todo, y como todas las cosas, el amor debe estar fundamentado entre dos personas para que sea duradero, siempre y cuando su amor crezca igual por ambas partes... Es muy difícil darse cuenta de si realmente a esa persona le gustas, porque las personas ocultan esos sentimientos por miedo a ser heridos. Pero qué pasa cuando la persona es herida?, las personas desde hace mucho tiempo van "de flor en flor" hasta encontrar a esa persona que realmente las haga felices porque en esta vida es lo más importante; las heridas del corazón son muy difíciles de sanar, ya que son heridas intangibles que no se pueden curar con un simple medicamento, esas heridas sanan solo con tiempo; ese tiempo es esencial para que todas las astillas por así decirlo salgan y al final de todo puedas volver a enamorarte sin temor alguno.

Habrá veces en las que podrás enamorarte no una ni dos, si no más veces de las que crees y eso está bien, tenemos derecho a buscar nuestra felicidad, muchos la buscan en los empleos, los hobbies o cualquier otra cosa que les de la misma sensación, pero los humanos no nacieron para estar solos, nuestra mente ha sido creada para convivir en pareja y eso lo sé porque ahora yo tengo la mejor pareja de todas, no me importa que seamos del mismo sexo, Nagisa y yo tenemos una vida por delante, una vida que planeo la vivamos juntos, quiero estar con él, envejecer y morir junto a él. 

A pesar de todo el tiempo que una persona se da cuenta de que realmente ama a la otra miles de cosas pasan por la mente, y comienzan el peor de los problemas, el miedo, miedo a ser rechazado, miedo a que no salgan bien las cosas, miedo a que jueguen con el corazón... Pero a veces es mejor arriesgarse y dar todo porque así sabrás si vas bien en ese camino donde estás buscando tu felicidad".

Esa tal vez solo era la primer parte de mi ensayo, pero tuve que interrumpirlo, el hambre comenzaba a nublar mis ideas, fui a la cocina a ver que había para comer antes de seguir con lo mío, y en el comedor ahí estaba, ese chico que tanto me gustaba, que me volvía completamente loco sentado, dibujando algo grande, era como un paisaje, pero no le puse mucha atención, ya que yo solo atine a abrazarlo por los hombros desde atrás dando suaves besos en su oreja.

-Rei-chan...- sentí como se estremecía debajo de mis brazos -Estoy dibujando...- eso sonaba más como una súplica que como un "déjame".

-Quieres que pare?- di algunos besos en su cuello, mientras el movía su cabeza hacia un lado, dejándome más espacio para seguir haciéndolo.

-No... Hace mucho que no me tomas- se giró hacia mí, para comenzar a besarme mientras se levantaba.

-Eres un pequeño pervertido- sonreí correspondiendo cada beso, mientras acariciaba su cuerpo detenidamente, como si no lo conociera, quería explorarlo de nuevo, que no sintiera que solo lo usaba para satisfacer mis ganas sexuales.

-Oh Rei-chan... Para... Me... Excitas- me rodeo el cuello con sus brazos sin dejar de besarme, me dejo su cuerpo a mi merced, dejándome hacer lo que yo quisiera con él.