Friendly Neighborhood Spider-Man

Prologo - Viaje.

Agradecimientos especiales a:

JeremyAllen360

y a MauricioParker

Peter Parker, un joven de 25 años de edad, de cabello castaño, quien viste con lentes, una chaqueta con hoodie color gris y pantalón de mezclilla, es un chico triste, está harto de su doble vida, harto de mucho dolor, harto de ser Spider-Man, su alter ego superheroico, le ha generado mucho dolor.

Se encuentra sentado en la parte trasera de un taxi con dos maletas acomodadas junto a el, el joven inhala y exhala fastidiado por sus vivencias, el escucha "One Day too late" de Skillet, mientras su mente divaga en los dolorosos recuerdos que le trajo esa vida como Spider-Man.

Peter llora en silencio mientras recorre la ciudad a bordo del auto y con la mirada puesta en los edificios.

Decían que las cosas deben estar mal pero en serio MAL, mal en serio, de mal en peor, antes de mejorar. Bueno, está es mi historia. Yo pensaba que si van a mejorar las cosas, si tal vez el irme de la ciudad y tirar este estúpido traje, ayudaría.

Maldecia a la maldita araña que me pico, me maldecia por todo lo malo que me ha llegado a pasar, en eso recordé esos titulares de Jameson y esos comentarios en redes sociales sobre que "Spider-Man, es una amenaza", "Es un peligro", "Es un tal y tal", yo pensaba que cobraban sentido. Digo arruine la vida de Harry mientras arruinaba la mia, vaya idiota que soy. Pensaba que, una vez arroje esta basura en el mar...No volveré a dañar a nadie y nadie me dañara a mi, empezar desde 0 en otro lado.

El taxi se detiene en una calle antes del puente de Brooklyn, Peter pausa la música en su celular, se quita los audífonos y saca su billetera, el le entrega el dinero al taxista, inmediatamente abre la puerta tomando la maleta y morral, Peter le agradece al taxista, al cerrar la puerta, el vehículo retoma su marcha, está a punto de anochecer, el cielo está de un color azul un tanto claro oscuro, las luces de los postes y edificios iluminan con tonos blancos la tarde, mientras el joven camina hacia el puente.

Aquí me pasaron mis peores desgracias...Odio este puente, aquí perdí a Gwen, nunca olvidaré esos sonidos, el viento golpeando mi cara, la gravedad atrayendo nuestros cuerpos al suelo, la telaraña que lance, pero sobre todo, su mirada antes de que le haya roto el cuello, el miedo que sentía me penetro. Pero jamás olvidaré ese movimiento, en el cual la telaraña al sujetarla creo una reacción, la cual le estiro tanto que trono su cuello. Han pasado 3 meses después de eso...Lo eche todo a perder, luego la revelación de que Norman Osborn, es el Duende Verde y asesino de mi tía, me hirió, para colmo, Harry, mi mejor amigo, me odia. Así como perdí a Harry, perdí a Eddie, a Ned...Si, es un ciclo muy maldito.

Aunque mis amigos superhéroes hablaron conmigo, agradezco que lo hayan hecho, pero comprenden que yo...Lo mejor es que dejé está vida, hay muchos supers por ahí repartidos en la ciudad y en el mundo, ellos pueden manejarlo, incluso mucho mejor que yo. Estaba harto, me despedí de todos, no planeaba volver.

Peter llega al puente, en uno de los barandales, el mira hacia abajo el agua, el toma la maleta, al abrirla encuentra su traje de Spider-Man con dos ladrillos.

Adios Nueva York, adios dolor, adios Spider-Man, me decía.

Peter cierra la maleta, con lagrimas en los ojos y molesto, lanza la maleta al agua, la maleta vuela por los aires cayendo hacia el agua, al llegar al mar, se pierde en las profundidades, Peter mira como se forma una onda en el agua, por el impacto, el apunto de tomar su morral, siente un cosquilleo, un sonido como el de un timbre, el cual es su sentido arácnido, el cual le alerta de peligros.