APRENDER A CONOCERTE |Midoriya Izuku y tú|

Capítulo XVII

—¿Y qué pasó en el recuerdo?

—Nos cruzamos en una tienda.

—¿Te saludé o algo?

—Sólo pediste disculpas y se te notaba apresurada— sonrió mientras volteaba a verla.

Supple solamente asintió para arrugar ligeramente su nariz, pensativa. Por su parte, Izuku también quedó pensando. Él, al respecto de su don. ¿Tenía o no realmente? Debía tener razón la muchacha sino, ¿cómo hubiera hecho aquellas cosas antes?

Disimuladamente, bajó la mirada a su mano que era tomada por la castaña clara, dibujando una pequeña sonrisa y rubor sobre sus pómulos. Y desvió la cabeza al punto contrario al que ella se encontraba, así no lo veía.

Quizás era buena idea comentarle lo que tenía tanto en mente, así quemaban cerebros juntos, como la chica le había dicho una vez.

—Oye, ¿qué crees de mi particularidad?

Su pregunta ocasionó que Supple saliera de sus pensamientos y girara a verlo. Lo analizó unos segundos para responder.

—Es increíble, a parte te rodea como energía de color verde. Lo que vi una vez— comentó sonriendo amigablemente.

—D-digo con respecto al recuerdo en que dijeron que no tenía...

A ello, no supo que contestar. Necesitaba tener más información para dar una respuesta completa y verdadera. No quería hablar por simplemente hacerlo.

De cualquier modo, él continuó.

—Si en ese entonces dijeron que no tenía, y ahora sí, ¿querrá decir que lo obtuve tarde? ¿O me fue entregado?

—¿Un don que se entrega?— interrogó confusa, frunciendo el ceño sin poder imaginarlo.

—Puede ser... Hay dones de todo tipo, así que no podría sonar como una locura. ¿O sí?— la vio.

—Un poco, sí. En mi opinión, claro, y más en esta situación que no tengo recuerdos— comentó moviendo sus hombros —. Pero también puede ser. ¿Se tratará de ese hombre rubio?

—No lo sé...

Y quedaron callados por unos momentos. Al menos querían más pistas, ya que los recuerdos que últimamente iban apareciendo, casi eran insignificantes por lo que creían. Pero también les eran demasiado, mostrando cortos escenarios que vivieron y probablemente no tenían presente nunca.

El de cabello verde se sorprendió cuando no sintió más la mano de la muchacha tomándolo. La vio para notar como hacia algunas acrobacias, a la misma vez en que seguía avanzando.

—¿Qué haces?— preguntó en medio de una risita, observando como quedaba haciendo una especie de puente, luego de realizar una vertical.

—No sé, solo quería probar mis habilidades y poner a prueba mi nombre de héroe— dijo con gracia, levantando su torso lentamente.

Detuvieron su andar, para ver como ella levantaba uno de sus pies por detrás de su cuerpo, para terminar tocándose la cabeza.

—Bien, quedó aprobado el nombre— concluyó con una risa, haciendo que él también riera.

No quería verlo preocupado, ¿y qué mejor que distraerlo de una forma graciosa, si así podía decirse?

—Intenta tomar mi mano— indicó alzando un brazo.

Al instante la muchacha lo había conseguido.

—¿Puedes hacerte pequeña?

—Aun no lo he intentado.

Respiró profundo para concentrarse. Y tal como la vez anterior, pero con la diferencia que estaba vez tendría solo centímetros y no metros, quedó casi diminuta.

—Vaya— mostró su asombro el chico, para agacharse y ofrecerle su mano para que subiera —. Eres bastante increíble.

Ante sus palabras, Supple no pudo evitar cubrir sus oídos. Con ese tamaño, era obvio que casi terminaría aturdida. Y por parte del chico, este no la escucharía claramente.

Sin pensarlo ni una vez, se subió para ser levantada con cuidado.

Izuku se le quedó viendo con una dulce sonrisa, levemente sonrojado. Era como tener un tesoro entero en una sola mano. Con un dedo de la libre, acarició su pequeña cabeza, causándole risas a la chica que lo tomaba.

Eran hermosos momentos que iban construyendo juntos, que esta vez si quedaría en sus memorias para siempre.