Nuevamente caminaban tomados de la mano. Supple pensaba alguna forma de animarlo, ya que seguía pensando en que no muy bien la pasó con ese chico de cabellos rubios ceniza. Al tener una idea, fue estirando su brazo que seguía libre, por detrás de ellos hasta llegar al hombro contrario de Izuku.
Dio ligeros toques para volver a la normalidad y notar como volteaba a ver. Y su vista cayó en ella, que aguantaba una sonrisa, siendo muy obvia.
Él dibujó una, observándola con ternura. La adoraba.
—Bien, ya no pienso más en ello— habló resignado, sabiendo por qué había hecho eso.
Su comentario sorprendió a la muchacha que giró a verlo.
—¿Acaso me lees la mente?
—¿Eh?-... No— y rio ante la imaginación de la castaña clara. Ni él sabía cómo podían llegar a pensar en lo mismo en algunos casos.
La contagió un poco, para acercarse un poco más al chico.
—¿Y qué querías decirme hace un rato?
La pregunta lo dejó tieso, haciendo que recordara de inmediato lo que había planeado interrogarle.
—Y-yo, e-eh...
De nuevo el nerviosismo. ¿Qué quería preguntarle? Y aún más curiosidad le causaba, a parte de querer ya decirle ella lo que pensó.
—O-olvidado, ¿si?
—¿Es algo malo?— ladeó la cabeza, confusa.
—¡N-no! S-sólo...
Estaba súper rojo. No sabía cómo salir de esa. ¿Por qué tuvo que recordarlo? En aquellos momentos no tenía las mismas agallas que más temprano para decírselo.
Pero su mirar y expresión sentía que lo arrinconaban. Ya habían llegado a la conclusión de que eran pareja, lo cual implicaba tener confianza en el otro, pero los nervios lo comían vivo.
—Y-yo...— la miró una última vez para suspirar rendido. Lo haría —. Sólo, q-quería preguntarte si... podía...— su voz, cada vez más, iba bajando el volumen —, darte... un b-beso...
De cualquier manera, logró oírlo. En definitiva, parecía que sus mentes sí estaban conectadas.
Su rostro de inmediato se coloró como el muchacho. Ella se lo iba a preguntar, pero no sabía cómo reaccionaría luego ante alguna respuesta, y mucho menos si Izuku era quien hacía la interrogante.
—¡P-perdona mi atrevimiento!— exclamó poniéndose firme, pegando sus brazos a su cuerpo y bajando la cabeza.
Se sentía avergonzado de haberlo dicho. ¿No se le pudo ocurrir decir algo más en su lugar? No había pensado en ello en lo más mínimo. Habló por hablar.
—¡N-no tienes nada de que disculparte!
Apresuradamente mencionó Supple, adelantándose un paso, haciendo que abriera sus ojos ligeramente a verla.
—Y-yo... admito que quería preguntarte eso primero...— se tomó de un brazo, nerviosa.
Sentía su corazón latir rápidamente, sintiendo su pulso comenzar a temblar.
Lo que dijo sorprendió al muchacho, que parecía que en su rostro no había rastro alguno del color natural de su piel. Y su mirar más intranquila la dejaba. ¿Acaso había sido muy brusca la forma en que lo mencionó?
Esta vez, fue ella quien bajó la cabeza, queriendo que ese espacio la tragara finalmente. De cualquier modo, sintió como su mentón era tomado, obligándola a levantarla de nuevo.
Sus rostros quedaron enfrentados, viéndose mutuamente, hasta que Izuku fue quien acabó con esa distancia, pegando lentamente sus labios con los de ella. Después de una lucha que le fue interminable para el chico, agarró el suficiente valor para realizar aquella acción.
Era un beso torpe, pero cargado de ternura. Luego de unos segundos, Supple fue juntando sus párpados.
Y se separaron, aún bastante sonrojados.
—Y-yo...
Y volteó a verla nervioso a lo que diría.
—Ha-hablaba de un beso e-en la mejilla.
—¡¿Ah?!
Exclamó atónito el muchacho, para terminar acuclillado mientras se tomaba de la cabeza, negaba con esta y repetía reiteradas veces "¡lo siento!".
La castaña clara reía de los nervios, diciendo que no había problema alguno. Después de todo, besos en los labios eran común en una pareja.
Se agachó a su altura, posando una mano sobre un hombro para intentar calmarlo. Quizás si lo lograba, ella también se tranquilizaría.
—Izuku...
Al suave llamado de su parte, ocasionó que se detuviera y levantara un poco su mirada.
—Te quiero...— soltó finalmente, sintiendo su pulso aún acelerado.
Sonrojándose más, agachó la cabeza nuevamente.
—Yo también Supple...
Respondió finalmente, a la vez en que en su rostro se iba dibujando una boba sonrisa enamorado, como a la muchacha.
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APRENDER A CONOCERTE |Midoriya Izuku y tú|
AcakSi no sabían nada de ellos mismos, ¿cómo sabrían de la persona que estaba ahí con ellos? No entendían nada y la confusión era demasiada. Se movían por instintos propios, que no conocían que tenían. Un ambiente raro al que deben adaptarse rápidamente...