8_Drop Dead

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Un viento frío silbaba atravesando la gran ciudad, desparramando periódicos, volando sombreros y haciendo danzar algunas bolsas de plástico. La mirada heterócroma recaía vacia desde lo alto, sin mirar nada en específico. Todos caminaban abrigados acorde a la temporada fresca de otoño, muchos con sombrillas o impermeables a mano, pues se daba inicio a la temporada de lluvias, pero Catra estaba parada contra el balcón en shorts y musculosa, el frío no le movía un pelo.

El poco entendimiento de la situación le agobiaba, no sabía que hacía ahí y no en una urna.

El bullicio en la parte de abajo del departamento le daba algo de vida al lugar, porque de otro modo habría un silencio sepulcral como acostumbraba. Y aunque su rostro demostrara molestia solamente, en lo más profundo y honesto de su conciencia agradecía la amabilidad de sus amigas al ayudarle con su readaptación. Aunque el jefe de los jefes hubiese dado la orden, sabía que ellas lo habrían hecho de todos modos. Ya llevaban algunos días en su departamento, se aseguraban de que comiera 4 veces al día, y nada de basura y migajas, ambas se tomaban el trabajo de cocinar algo rico y nutritivo, aunque su cocina acabara como un campo de guerra. También le ayudaban a manejar sus nuevas prótesis, aunque ella tendiera a frustrarse y perder la paciencia muy fácil.

¿Y cómo no hacerlo?

Su agilidad y fuerza se había reducido a menos de la mitad, por lo que se esforzaba el doble y hasta el triple, aumentaba su entrenamiento hasta que sus músculos no respondían, y Entrapta la regañaba y le daba masajes y medicamentos para que pudiera levantarse. Según Horde Prime, las prótesis eran una gran mejora, una vez las controlara bien su rendimiento estaría por la estratosfera y más, ella no lo entendía.

Cojeo hasta el espejo del baño y se observó por millonésima vez en el día, ya habían tenido que cambiar aquel espejo al menos unas 7 veces por el arranque de furia de la latina. Aún no se acostumbraba a su imagen, se sentía destrozada, inútil, y la muerte cada día sonaba más tentadora, más con la reciente experiencia temía ser salvada y acabar peor.

"Hey kitty... Ya preparamos el almuerzo ¿Te ayudo a bajar?"  La dulce voz de la peliblanca llegó a sus oídos, la observaba desde la puerta del baño. No la odiaba, claro que no, pero no soportaba la lástima en sus ojos. La castaña respondió con un gruñido y con su mano sana peinó su cabello hacia atrás.

"Puedo bajar por mi cuenta, gracias" Masculló gruñona la más baja chasqueando la lengua, a lo que la ojinegro asintió y luego se retiró.

Catra rozó su pómulo izquierdo, era metálico ahora, y sus ojos seguían siendo heterócromos, pero en lugar de amarillo y celeste, ahora uno de ellos era fucsia. Todo su brazo izquierdo había sido reemplazado por máquina, y parte de su pierna también.

"Dios, parezco el puto Terminator..."

La joven dejó el baño y bajó hacia la cocina-comedor, sus amigas esperaban pacientes que se uniera con ellas para comenzar a comer. En la mesa se disponían tres platos con lasagna con mucho queso y jugo de manzana. Era tranquilo y cálido el ambiente, la conversación entre Entrapta y Scorpia se daba con naturalidad, y Catra respondía con comentarios ácidos y sarcásticos que sacaban más de una risa, pero era inevitable el silencio incómodo cada vez que alguien hacía referencia al "incidente" y no sabían como encaminar la charla hasta que un bendito cambio de tema salía de los labios de alguna de las chicas.

"Esta noche tomaré un turno" Comentó la latina de repente atrayendo las miradas sorprendidas de sus amigas.

"¿Como qué turno? Tu aún estás recuperandote" Rebatió Entrapta completamente en contra de esa loca idea. "Y Prime dijo que tomaras el tiempo necesario para volver bien al trabajo"

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⏰ Última actualización: Nov 05, 2020 ⏰

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Wrong ways (Catradora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora