❤️ঔৣ✞ᴍɪ ᴅᴇʙᴇʀ ᴇꜱ ᴀᴍᴀʀᴛᴇ (ɪᴛᴀɴᴇᴊɪ• ꜱᴀꜱᴜɴᴀʀᴜ•ɢᴀᴀɴᴀʀᴜ)ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀꜱᴇ✞ঔ❤️

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Pov Koofit

Mientras tanto en Suna

En aquellas tierras doradas, cubiertas por la basta arena se encontraba un pelinegro, bajando del carruaje en compañía del cochero y un Ninja como escolta para la seguridad del futuro rey.

Todos los guardias que allí se encontraban inclinaron su cabeza ante la presencia del Uchiha.

Las puertas de aquella fortaleza se abrieron, dejando ver a una chica con un yukata negro adjunto a una cinta roja que adornaba su cintura.

Temari:
Bienvenido Itachi-sama, lo hemos estado esperando. ¿Surgio algo durante su travesía?
-Mencionó de forma cortés mientras daba una reverencia frente al príncipe.

Itachi:
Gusto en verla Temari-sama.
De hecho tuvimos algunos inconvenientes en el camino, nada de que preocuparse.
Lamentamos la tardanza.
-Explicó a la princesa de Suna, imitando el gesto de reverencia-

Temari:
Entiendo, nos complace saber que llegara sano y salvo.
Por favor entren, estoy segura de que querrán descansar. Fué un viaje largo para todos.
-Invitó la alfa mientras entraba a la fortaleza, seguida por Itachi y sus acompañantes-

Gaara, el cual tenía una capucha puesta para evitar el ser reconocido, estaba alerta en todo momento, no quería entrar a esa fortaleza, pero poco podía hacer, pues la princesa se había referido a todos los acompañantes del príncipe cuando hizo su invitación, lo cuál no sería muy inteligente rechazar si el objetivo es pasar desapercibido.

Uno de sus planes era hacer un jutsu de transformación cuando llegara a Suna, pero le era imposible ejecutarlo, pues el príncipe y su acompañante sabían como era su apariencia, había procurado tomar todas las precauciones posibles, desde disfrazar su olor hasta cambiar un poco su forma de caminar. Pero el jutsu estaba fuera de cuestión.
No le convenía sembrar algo tan contraproducente como la duda entre los Uchiha, pues ese era su nuevo refugio.

El pelirojo observaba cada detalle de aquellos pasillos, aquellos que escasamente llegó a pisar con la carácteristica de estar completamente esposado, con guardias a su alrededor.

Shukaku:
Bueno ya estamos aquí Gaara, por lo que veo solo Temari esta en el palacio. De lo contrario el mismo Rasa hubiera salido a recibir a Itachi.

Gaara:
Es lo que supuse, aunque es muy extraño que él no se encuentre.
De cualquier manera, es mejor así, tampoco quería verlo.

Llegaron a una oficina, en la cual tomaron asiento, tomando un respiro del ajetreado viaje.

Temari:
Mi padre no se encuentra en el palacio en estos momentos. Me dejó como su representante durante su ausencia, así que yo me encargaré de la firma en el pergamino.
-Acotó acercándose al Uchiha dándole un pergamino para que firmara, pues de esta forma se verificaría y se daría por hecho la entrega del cargamento que llevaban guardados en pergaminos con fuinjutsu.

Itachi:
•|| La cantidad de alimento que piden a nuestro reino es demasiada para ellos. Usualmente la cantidad de abastecimiento es mucho más baja que esto, es como sí fueran a alimentar a ninjas en masa.||•
-Pensó con detenimiento mientras leía una y otra vez aquel pergamino frente a él, pues no se había percatado hasta leer aquellas cantidades, pues no era lo usual.

Pero allí no acababa su sorpresa, pues se dió cuenta que este negocio se llevaría a cabo a través de un trueque, el cual consistía en que el reino Uchiha recibiría hierro en grandes cantidades.

Entre reinos se acostumbraba a comercializar con armamento, alimentos y materiales, pues era necesario para el equilibrio en la sociedad.
La arena era un clan poderoso, que dominaba grandes territorios, pero debido al ambiente en el que estaban, las cosechas no eran tan abundantes, pero eran ricos en otros materiales como el hierro para comercializar.