Oso De Peluche |Showki|

cap. 5

—No es así, tienes que soltarte más para que te salga, pareces un tronco —con sus manos en mis hombros dio un apretón amistoso para que yo me relajara—. Ahora inténtalo de nuevo.

Quería desaparecer de la faz de la tierra, por jebus este chico es impresionante y mucho más de cerca parece que estoy en minecraft o roblox.

Hyunwoo o Shownu como también le dicen, estuvo ayudándome con la coreo. Ya decía yo que en cualquier momento tiraría la toalla, no quería que dejara de enseñarme y de... Tocarme, ¿eso está mal?

Pero parecía tener una paciencia infinita y tal vez yo me estaba abusando de eso solo un poquito. En realidad había practicado la coreo desde el primer día que nos la mostraron, aun siendo mal bailarín logre hacerla y me la acordaba de memoria.

—Está bien, —relajé mis músculos, miraba a mis compañeros con sus "profesores de danza particulares" Y todos ya sabían lo básico de la coreo, era momento de mostrarle a Hyunwoo que me enseño muy bien— te mostraré lo que tengo.

Empezó la música y simplemente me deje llevar, ya lo había hecho varias veces en casa, ya no me equivocaba en ninguna parte gracias a la ayuda que recibí de parte de Shownu.

Este era el último día y me di cuenta como empezaba a perder las esperanzas en mi así que mi plan funcionó, yo seguía en un trance con este chico guapo, él no es mi tipo y lo confirme en estos días, pero sigue siendo muy llamativo y algo de mi quiere ese algo que él tiene.

Pude ver de reojo como todos se quedaban mirando mientras yo bailaba y cantaba mis partes, porque si, esa era la idea de Wonho, aparentar un grupo idol masculino. Ese era el gran final que daríamos en el festival, la canción ya la teníamos lista y la idea les encanto a todos, realmente parecíamos un grupo idol.

La música término y me sentí muy bien al ver que Hyunwoo me veía con una sonrisa así que se la devolví mientras me acercaba a él para tomar la botella de agua que me ofrecía.

—Lo hiciste genial —me felicito, aw lo que daría por ver esos ojitos iluminados todos los días—. Me hubieras dicho que ya lo sabias Kiki, ya empezaba a rendirme.

—Gracias —no podía evitar sonreír, que idiota me debo ver ahora—. Me enseñaste bien eso es todo, no quería que terminara tan rápido porque me gusta pasar tiempo aquí y contigo.

La última palabra salió sin querer de mi boca pero no me arrepentí luego de ver su sonrisa.

—A mí también me gusta saltearme las clases —Oh, bueno eso es algo positivo al menos—. ¿Qué te parece si vamos a un café luego de la escuela para festejar que ya terminamos con todos los preparativos?

Ni siquiera necesitas preguntar.

—¡Claro! —cálmate—. Hoy no tengo nada que hacer, me encantaría.