¿Crees que es fácil cuidar niños? Para _________ no lo era, ya que nunca en su vida había cuidado uno.
¿Pero qué tal si tiene que cuidar a cinco chicos? ¿Y si son todos adolescentes? ¿Y si le comienzan a gustar los cinco a la vez?
No, ella nunca i...
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«Ay, ¿por qué?»
Tragué grueso y lentamente me di la vuelta.
Estaban Jiyong, sus cuatro "secuaces", Irene, el chico misterioso y otros dos.
Mi respiración comenzó a agitarse. Me volví en mi asiento.
«¿Por qué estoy tan nerviosa? Ya los puse en su lugar una vez ¿no? Pero ahora son más, y estoy en su territorio».
Mordí mi labio inferior y bajé la cabeza al anillo que tenía puesto.
«No debí haberlo traído...»
El anillo de calavera de Jiyong quedaba a la perfección en mi mano, pero una sensación me hizo sacarmelo. Como si fuese a contraer una maldición si lo tenía puesto.
Me di la vuelta otra vez, disimuladamente, y mi mirada encontró la del chico misterioso.
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Lo ví golpear el brazo de Jiyong y señaló hacia donde estábamos. Jiyong y yo cruzamos miradas y su sonrisa desapareció.
«Ah, mala señal».
Aparté la mirada bruscamente y tomé un trago largo de mi bebida.
«Agh, que asco. Es muy fuerte».
Quizás la tomé para ganar valentía, o quizás quería concentrarme en otra cosa que no sean los problemas que estaba por tener, porque sabía que Jiyong iba a hacer algo como el demonio que es...
-Eh... T/n... -llamó mi atención Taehyun y lo miré.
Echó una mirada detrás mío y ya sabía lo que me esperaba...
Sentí una mano en mi hombro y todo mi cuerpo se tensó en un milisegundo.
-Vaya, vaya, vaya... -escuché la voz de Jiyong cerca mío.
Miré hacia adelante para no prestarle atención, Yeonjun estaba delante mío. Él dirigió su mirada a él con escepticismo.
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