Una señora mayor sufre terribles dolores cuando su casa se incendia. Ya en el hospital sólo consigue balbucear lo mucho que odia "la caja". Días después en el jardín de su casa se celebra una venta de jardín. La pequeña Emily y su padre compran "la caja" y se la llevan a casa. A partir de este momento, extraños sucesos empiezan a pasar: la casa se llena de bichos, la pequeña cada vez tiene peor aspecto, unas ratas atacan a uno de sus profesores. Clyde y Stephanie Brenek no ven motivo de alarma en la extraña obsesión de su hija, por una caja antigua de madera que ha comprado de segunda mano. Pero cuando su comportamiento se vuelve agresivo, la pareja empieza a temerse que haya una presencia maléfica entre ellos, sobre todo al descubrir que la caja en cuestión fue creada para albergar a un , un espíritu desencarnado que toma posesión del cuerpo de un ser humano y acaba por consumirlo, a menos que consigan devolverlo a la caja mediante un exorcismo.
si leyeron la entrada anterior saben que es un Dybbuk y una caja Dybbuk
para la película el museo le ofreció la caja a los directores, pero tanto ellos como los actores rechazaron la caja
algo que le pasaba a todos los que tenían la verdadera caja era que los focos explotaban cosa que al hacer la película y tener 2 versiones de la caja falsas también paso cuando tenían los focos apagados
5 días después de terminar de grabar dejaron las cajas en una bodega y la bodega se quemo y el director dijo que le gustaría pensar que todo eso fue una coincidencia
como la información que encontré no fue mucha voy a hablar un poco mas a fondo de la caja Dybbuk
Se trata de un mueble botellero de 12.5" x 7.5" x 16.25. En uno de sus laterales se encuentra tallado el Shema, oración judía que hace referencia al monoteísmo judío. A primera vista se trata de un gabinete común para guardar vino; sin embargo la creencia popular ha hecho de esta caja uno de los objetos malditos más populares de todos los tiempos. Todo comienza en septiembre de 2001, cuando Kevin Mannis, propietario de una tienda de antigüedades, encuentra en un mercadillo de Portland, Oregón, una antigua caja para guardar botellas. La propietaria le indica que se trata de un objeto que perteneció a su difunta abuela, fallecida recientemente con 103 años. La anciana, de origen polaco, sobrevivió al holocausto y emigró a los Estados Unidos, llevando entre sus escasas pertenencias la caja. Durante toda su vida la mantuvo en el cuarto de la costura, prohibiendo que fuera abierta, al estar convencida de que la caja albergaba un espíritu maligno del folclore judío, conocido como Dybbuk. A Kevin Mannis pareció no importarle que se tratara de un objeto maldito, por lo que decidió comprarla. No obstante le ofreció a la nieta la posibilidad de recuperarla en cualquier momento, si por motivos sentimentales se arrepentía del trato. Esta se negó en rotundo, recordándole la premisa de su abuela de mantener la caja cerrada para no liberar al dybbuk. Desoyendo los consejos de la vendedora, abrió el mueble en el sótano de su tienda. Su interior contenía dos peniques de 1920, un mechón de cabello rubio, un rizo de cabello castaño, una vela y una pequeña figurita grabada con la palabra "Shalom". Los empleados de la tienda de Kevin Mannis se quejaron de un desagradable y repentino olor y de que las luces se encendieran y apagaran solas, por lo que insistieron a su jefe para que se deshiciera de la caja. Kevin decidió regalarle la caja a su madre, la cual sufrió a los pocos días un derrame cerebral, devolviéndole la caja en cuanto se recuperó. Kevin la llevó a casa, donde empezó a notar extraños e inexplicables sucesos en su entorno. Su casa fue invadida por insectos, los fogones de la cocina se apagaban y encendían solos, un desagradable olor amoníaco se apoderó de la casa y cada noche sufría terribles pesadillas con la caja. Asustado por la leyenda, decidió subastarla en eBay en el 2003, detallando toda la historia que la rodeaba. El comprador fue un estudiante universitario de Missouri, llamado Iosif Neitzke, que compró la caja por 140 dólares. Neitzke empezó a experimentar los sucesos narrados por el último vendedor. Incluso creó un blog en el que diariamente relataba todo lo que sucedía en torno al objeto maldito. A pesar de su juventud, comenzó a perder el pelo de forma inexplicable, descuidó su aspecto y pronto parecía otra persona, por lo que decidió poner la caja en venta de nuevo en eBay. Describiendo el artículo como una "caja embrujada judía" que salió a la venta por 1 dólar, siendo adquirida por 280 dólares por Jason Haxton, conservador de un museo. Aunque Jason no cree en la maldición ni en la leyenda del demonio que habita en la caja, reconoce sufrir recurrentemente pesadillas en torno a la caja.
¿ustedes comprarían la caja?
-pau