Asuna estaba enojada, más que eso celosa, no le gustaba para nada la forma en que esa chica miraba a su novio, ¿es que él no se daba cuenta de eso o sólo ignoraba lo obvio? No podría saberlo.
— Asuna ¿en verdad estás bien? No has comido nada y eso que es tu comida favorita, me preocupas amor.
Dijo Kirigaya, sí, estaban en un bonito restaurante, el favorito de ambos, y Asuna no había probado bocado, pues, no podía dejar de observar como la chica a un lado de él le comía con la mirada.
Le encantaría pensar que estaba equivocada y que solo eran alucinaciones suyas, pero la pelinegra no era nada discreta con sus miradas, y más aún, con sus comentarios de doble sentido.
Asuna sonrió. No quería arruinar su salida con su novio. Mucho menos por posibles imaginaciones suyas.
— Claro que sí, sólo no tengo demasiada hambre, tranquilo Kirito.
Kirito le creyó. No quería tomarle demasiada importancia tampoco.
Cuando terminaron de almorzar, Kirito propuso acompañar a Asuna a su hogar. Ella se negó, quería pensar por un momento y estando a su compañía era lo último que iba a lograr.
Kirito entonces acompañó a la pelinegra a su departamento, le tenía gran cariño, quizás más del debido.
Una vez estuvieron en el departamento de ella pasaron adentro, y hablaron.
— Shino, realmente creo que deberías ser más discreta estando frente a Asuna, estoy seguro que hasta ella notó las indirectas que me mandabas.
La pelinegra, ahora conocida como Shino, rió, sabía que Kirito tenía razón, no fue nada discreta estando en el restaurante.
— Perdóname, Kirigaya san, pero te veías tan encantadoramente irresistible que no pude evitarlo.
Respondió en tono coqueto, analizándolo una vez más como lo hizo en el local. Kirito no pasó por alto la mirada de su acompañante. Sonrió con picardía antes de contestarle usando el mismo tono que ella.
— Tú no te quedas atrás, cariño, pero al menos pudiste disimular un poco.
Shino, sin perder el tiempo, se acercó contoneando sus caderas de manera sensual a donde su amigo se encontraba sentado para luego sentarse en su regazo, quedando a escasos centímetros el uno del otro.
—¿Cómo podría hacerlo? Sabes bien que disimular no es mi fuerte.
Antes de que Kirito pudiera responderle Shino lo besó, lo necesitaba, quería sentirlo sin ropa de por medio, es que ¿hace cuanto no se veían? ¿Una semana? Sí, una semana sin él la hizo actuar de la manera desesperada en la que actuaba. No podía aguantar más sin tenerlo en su interior.
Kirito gimió en medio del beso. Al igual que Shino ya extrañaba ver el cuerpo semidesnudo de la chica por las mañanas luego de una apasionada noche.
— Por favor, Kirigaya san, quiero tenerte dentro.
Y sin decir más ambos se entregaron en cuerpo al deseo que los consumía, se querían, sí, pero también se deseaban como no debían hacerlo. ¿Amor? No. Solo cariño de más, es lo que el par de amigos se decían mentalmente después de acabar el acto. Una vez que sus respiraciones se calmaron, Kirito volvió a hablar.
— Debes recordar Shino, que a ojos de los demás sólo eres una amiga más, no con quien comparto la mayoría de mis noches ¿de acuerdo?.
Shino asintió en respuesta. Ella tenía en claro lo que eran y lo que los demás debían ver. Pero cuando de su instinto pasional se trataba, no podía pensar en nada que no fuera en ella en su apartamento con Kirito compartiendo más de lo debido.
— Lo sé, Kirigaya san, lo sé.
Y sin mas volvió a besarlo. Eran amigos. Se querían. Pero lo mostraban de esa forma. Tal vez no debieran hacerle eso a Asuna pero no podían controlarlo, porque sólo eran por las noches cuando se demostraban su cariño. Nada más pasaría
¿Verdad?
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✤𝒟𝓊𝓁𝒸ℯ ℳ✤
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❝Historias cortas❞ 𝐾𝑖𝑟𝑖𝑛𝑜𝑛
Cerita PendekPᴇϙᴜᴇɴ̃ᴀs ʜɪsᴛᴏʀɪᴀs sᴏʙʀᴇ ᴍɪ ᴘᴀʀᴇᴊᴀ ᴘʀᴇғᴇʀɪᴅᴀ, ᴘʀᴏᴠᴇɴɪᴇɴᴛᴇs ᴅᴇ ᴍɪ ɪᴍᴀɢɪɴᴀᴄɪᴏ́ɴ. ¿Qué tal si Kirito y Sinon se conocen en la escuela? ¿Qué tal si fueran hermanastros? ¿Qué tal si fueron amigos de infancia? ¿Qué tal si hay magia en su mun...