Día 3

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Pov Taiga

Era extraño que nadie, absolutamente nadie me recibiera cuando entre a casa y avise de mi llegada, pero lo que mas me extraño es escuchar aquella risa angelical de mi moreno junto a otra un poco menos discreta de nuestro hijo Nao ambas eran mi perdición.

Así que guiándome por el sonido de aquellas melodiosas risas cruzo el pasillo y me apoyo en la puerta observando a ambos sentados en el sillón riéndose mientras ven el álbum familiar, observo como Daiki respira y suelta el aire para calmarse un poco y continuar con la anécdota que seguro le cuenta a Nao. Y como si fuera solo un espectador mas observando una escena que esta tan lejos de mis manos, me acerco sigilosamente como si fuera el viento.

Veo en el rostro del hombre al que amo una pequeña lagrima y una sonrisa de nostalgia plasmada y mi corazón se estruja. Nao lo abraza y sabiendo que mis dos amores ahora dejaron de sonreír mi corazón me pide a grito que los abrace y los haga sonreír de nuevo.

Y es justo lo que hago, obteniendo un sobresalto de sorpresa de ambos. Y sé que en ningún momento me habían escuchado entrar aun así deposito un beso en la frente de cada uno. Y me hago un hueco en el sillón para apreciar los momentos tristes y felices que capturamos en foto. Y observo la imagen de nuestra hija Yuna y una pequeña sonrisa se dibuja en mi rostro. Nuestra pequeña dejo muy rápido nuestro hogar creció como un huracán arrasando todo con sus sonrisas y su bella presencia, ahora se encuentra lejos de casa formando la suya.

Estamos felices por ella, pero el hueco que dejo en nuestra casa aun se siente, si se hubiera ido mas cerca seria otra historia, pero no, Yuna se quería ir con su abuelo a Estados Unidos allí estaba su sueño y como buenos padres la apoyamos, pero eso no quita que queríamos que nuestra pequeña princesa no se fuera a otro continente lejos de nuestros cuidados.

La siguiente imagen hizo que abrazara a Daiki y tocara su abultado vientre de seis meses, porque la sorpresa se la llevo Yuna cuando le contamos que tendría otro hermanito y sabiendo que mi trabajo es peligroso y no tiene horario fijo quiso soltar todo en su nuevo hogar para acompañar a Daiki, ese día ambos nos reímos hasta que nuestro estómagos no pudieron más, porque aquella imagen la saco la pareja de mi hija, en aquella imagen estaba mi princesa con su valija en mano con piyama puesto y mi padre sujetando su brazo, también en piyama tratando de convencerla que así no se hacia las cosas, la siguiente imagen fue una selfie de los tres en el aeropuerto en piyamas.

Obviamente a la semana los teníamos a los tres aquí preguntando como estábamos, si ya se había hecho el chequeo y varias cosas más. Sinceramente agradezco a la persona ingeniosa que nos permite capturar momentos especiales con tan un clic plasmando el momento en una foto.

Fictober 2020 - KagaAoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora