Día 7

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Daiki: No, ya no quiero pelear,

Me cansé de estar siempre pidiendo a gritos

En tu vida un lugar, ya no quiero ser el histérico,

Para tener lo que con amor he sabido ganar...


Se escucha unos abucheos desde el fondo y un pelirojo se acerca a aquel moreno mirándolo con superioridad y del lado contrario solo recibe una sonrisa arrogante.


Taiga: ¿Y tú de qué te puedes quejar?

Desde que estás a mi lado, dime qué te ha faltado,

¿De qué me vas a hablar?

No hay nada que hacer, no cambiarás,

Es inútil querer conformarte, siempre quieres más...


Una fuerte carcajada resonó desde el fondo del lugar mas la sonrisa de Taiga fue lo que ocasionó que Daiki lo mirara mal y terminara pisándole el pie por creído. Y con una bella sonrisa retrocedió mirándolo con desdén.


Daiki: Cuánto hace que no me preguntas cómo estoy,

Si soy feliz, qué hice ayer, de dónde vengo a dónde voy,

Si pienso en ti, si tengo penas, alegrías o ilusión,

Yo no soy un animal al que tan sólo tienes tú que alimentar...

Cuánto hace que ya ni me oyes ni me ves, niégalo,

Que ya tus manos ni se acuerdan de mi piel,

Que no me has vuelto a ser sentir un hombre,

No seré más para ti ese muñeco al que sólo hay que vestir...

Por eso no, ya no voy a pelear,

Y te pido disculpas si es que te ha molestado

Mi manera de hablar, pero eso sí, decídete ya,

Empieza a cambiar tu manera de ser, o no me ves más...


Se escuchaba de fondo murmullos como "A ese negro jamás lo dejaría sin hambre", "Morenazo te invito aquí y ahora en un motel para perderme entre tus piernas", "más que muñeco serias mi pasatiempo favorito", "te pregunto de todo mientras me dejes recorrer esa piel con mi boca". Y muchas frases mas vulgares y con eso basto para que Taiga soltara el micrófono y se acercara con todo su instinto asesino a aquellos infelices que osaban con tocar aquello que solo era de él, nadie más que él podía imaginar al moreno regodearse de placer.

Cuando el primer objetivo estuvo a la mira un golpe en el rostro fue lo que corto el karaoke en aquel centro comercial, mientras aun se escuchaba de fondo la música, lo único que todos veían era a aquella bestia con sed de sangre.

Aquellos que reaccionaron al tiempo fueron a llamar a los guardias y los amigos de ambos jóvenes trataban de detener a Taiga.

Pero no había nada que lo hiciera entrar en razón mas un molesto Daiki sujeto el brazo que iba dirigido al pobre infeliz que tuvo el descaro de molestar a su muy celosa pareja.

Vamos Taiga – el pelirojo lo mira molesto – sabes que lo hicieron para molestar no fue con verdadera intención

Tu que sabes, yo vi como te desnudaban con la mirada – y como si realmente aquellos pobres infelices quisieran morir uno de ellos confirmo aquella afirmación, pero para su desgracia no fue Taiga quien lo golpeo, sino que esta vez se unió Daiki –

Jóvenes deténgansen en este mismo momento – decían los guardias que llegaban para separar a las víctimas de los agresores, mas que todos a las bestias en la que se convirtieron – 

Fictober 2020 - KagaAoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora