Fictober 2020 - KagaAo

Día 19

Odiaba en la persona que me convertí todos mis amigos están allí tratando de que ame aquello que olvide, dejar que entren en mi vida y recupere la sonrisa.

Se que ellos piensan que no lo se porque mi completa indiferencia lo dice todo, mi poco entusiasmo en la vida, la pereza con la que cargo día tras día, mi gran orgullo son cosas que se que no me dejaran avanzar. Y aun sabiendo aquello no hago nada por cambiar, pero hoy es distinto, lo siento en mi cuerpo se que la vida me sorprenderá y como si aquello fuera algo profético salgo de casa a dar una vuelta saludando a todos a mi paso, porque esta vez ayudare a la vida para que me muestre otra vista.

Y lo hace, allí en frente mío mirándome desde la otra entrada de aquella cancha esta un chico de ojos rojos y cabellos del mismo color con una pelota en mano, sonriendo como tonto y yo se la regreso porque lo dije, este día va a ser distinto. Y lo es, jugar con Taiga fue lo que necesitaba, claro que no me gano sigo siendo el mejor, pero si recuperé aquel amor al jugar, me divertí tanto que incluso las pequeñas discusiones que tuvimos allí en vez de enojarme me divertían. Los años pasaron y con él mi vida tomo otro rumbo, ahora estamos aquí en el altar dando nuestros votos siendo ahora su turno, sujeta mis manos y me mira cuando comienza.

Aomine Daiki, hay algo que tú no sabes, pero en aquella cancha mi vida cambio con solo conocerte. Aquí en frente de todos te digo que a pesar de las sonrisas que brindaba a mis conocidos, me parecían falsas porque me sentía solo, era una máscara. Ese día en el que te conocí supe que seria distinto y fui a buscar ese motivo – lo miraba con sorpresa, sintió lo mismo que yo – ese día dejé de sentir falso aquel gesto, me sentí mas libre al mostrarte todo de mi y que tu lo aceptaras. Por eso hoy te digo lo importante que fuiste y serás en mi vida. Y te pido que compartas tu vida al lado mío, prometo amarte y cuidarte en esta vida y en las que tendremos porque estoy seguro que te buscare en las siguientes.

Taiga – no daba mas de la sonrisa que se me había plantado por tan bellas palabras – aunque no lo creas ese día también salí a buscar mi motivo

Sin siquiera permitir que el juez prosiguiera con la boda Taiga ya me estaba besando con tanto amor impregnado, solo falto un llamado de atención para que me soltara y la boda continuara.