Interés Momentáneo [Go-toubun No Hanayome]

Capítulo 10: Flor Retorcida

Con la presión en frente. Con las decisiones que debía tomar a toda costa. Sin errores en el proceso. Un final feliz para todas. Todo. Sin que poder hacer en una situación tan liosa como la de ahora, sin que se percatara Nino, este se escapa del lugar, dejándola sola al cerciorarse que los ruidos extraños provenían de Itsuki. Su búsqueda estaba completa.

Y con los gritos y sollozos por parte de la hermana menor, Nino sin miedo pudo hablar y avisarle al rubio que la había acompañado en todo este trayecto, sin embargo, este ya se había ido del lugar. Y sin perder el tiempo, Nino, a pesar de todo, decidió prestarle atención primero a su hermana. Más tarde podría hablar con alguien para que la pudiera ayudar.

- Waaaaah... Nino... ¿Adónde fuiste?

- ¡Itsuki! – grito en señal de su hermana –

- ¿Ahhh...? – Dándose cuenta de que se trataba de su hermana en su rescate – ¡Eres demasiado engañosa! ¡Estoy tan feliz~! Estaba tan sola. – abrazando a su hermana –

- Regresemos. – dijo con confianza –

- Nino, me sorprende que estés bien por tu cuenta.

- No, yo estaba con alguien...

- ¿Eh? – Desconcertada – (¿Nino, con alguien? ¿Quién?) Se puede saber quién era, ¿verdad? – nerviosa –

- ¿Uh? Bueno... - sosteniendo el amuleto mientras que miraba los alrededores –

- ¿Qué sucede?

- Solo puedo decirte que estoy esperando el momento (Espero que no sea un error). – sonriendo –

Cambiando la ubicación, ahora con Ichika y Miku, la tensión en el aire por lo que ambas sabían, era intenso. El saber de parte de Miku el hecho del baile, la promesa, las juntas, el deseo, la hacían sentir incomoda estar al lado de su propia hermana. En cambio, Ichika, siendo alguien que tenía sus objetivos claros en momentos tan cruciales como los de ahora, cualquier comentario no sería de mucha persistencia para hacerla cambiar de opinión, sin embargo, al igual que Miku, saber que ella era su péndulo para que todo esto funcionara, la hacía dudar a veces. Ahora, en los instantes del campamento, cada una era esclava del silencio por el resto de estos tres días. Un silencio especial.

- Ichika... - dudosa - ¿Qué piensas de Fuutarou?

- ¿Eh?... ¿Por qué tan de repente?

- (No puedo decírtelo en tu cara, pero lo sé) – deteniéndose – (Sé todo lo necesario para saber lo que piensas, Ichika. Pero soy tu hermana. Fui yo quien te guió a ese camino sin darme cuenta, así que la responsabilidad es mía)

- ¿Tanto quieres saberlo, que hasta incluso te quedaste callada? Ja, ja. Eres tan linda, Miku.

- Quiero saberlo.

- Uh...

- Quiero saber si lo que hice fue correcto o no. Quiero saber si no compliqué más las cosas de lo que ya estaban. Así que, por favor, dime.

- Miku. – Viendo con cierta indiferencia y melancolía a su hermana – Lo que pienso de Fuutarou-kun.

- Hay tantas cosas que quisiera saber, como otras que no. Hoy quiero sacarme esto de encima con tus propias palabras. – Seria y decidida – Fui yo, después de todo, quien te aviso que Fuutarou iba a bailar contigo. ¿Acaso fui también la que desató toda esta oleada de odio entre hermanas?

- ...

- Dime.

- Miku, yo diría que... es un poco retorcido, ¿no? Quédate tranquila, que lo que piense de Fuutarou-kun es en parte gracias a ti. Puede que todo lo que está pasando con Nino te esté afectando, pero no hay nada de qué preocuparse.