Interés Momentáneo [Go-toubun No Hanayome]

Capítulo 11: Nuestra Verdadera Felicidad

- Parece ser que nos quedamos atrapados.

- Haha... No creí que esto se pondría peor.

Sin ninguna salida posible dentro de la bodega, era que Ichika y Fuutarou se encontraban atrapados. Siendo una noche bastante complicada, y con el baile tan cerca de llegar, Fuutarou no dejaba de pensar acerca de alguna posibilidad de escape. Definitivamente debía existir una forma de salir de aquel lugar, sin embargo, las acciones que lo llevarían a su libertad, lo más probable es que lo pagarían el resto de los estudiantes en el campamento. Notando que arriba de la gran puerta que los alejaba de la libertad, Fuutarou pudo fijarse de un sensor de seguridad, lo cual le daba esa alternativa, pero que, a pesar de todo, ese debía ser el último recurso. Bajo los constantes regaños de Ichika, Fuutarou pudo entender que si hacia eso, lo más seguro es que se cancelaria el campamento, y todo por ellos dos. Precisamente por esa razón era el último recurso.

- Creo que deberíamos encontrar una nueva forma, o esperar a que nos encuentren – decía Ichika un tanto preocupada por la situación –.

- Hmm. ¿Por qué no mejor vemos más de cerca el sensor? Si existe una manera de poder desactivarlo y luego poder abrir la puerta a la fuerza sin llamar la atención, entonces habremos ganado.

- Ahahaha, estas bromeando, ¿verdad? No mido dos metros – dijo irónicamente –

- ¿De qué estás hablando? – decía mientras se agachaba –

- ¿Eh? – notando la acción del pelinegro –

- Ven. Te cargaré. Apresúrate y sube a mis hombros. 

Con la invitación que le había hecho Fuutarou a Ichika, ella, un poco confundida por el escenario que se estaba formando, un sentimiento de angustia y paz se estaba formando dentro de ella. Recordar todo lo que ha hecho hasta ahora, para estar junto con él, para lograr una confianza como tal, con la mera imagen que se formaba delante de ella, aun estando el pelinegro, fue como Ichika visualizaba a su pequeña hermana menor. Aun si lo hacía esperar, la presencia imaginaria de su hermana la hacía dudar a veces. Su corazón no dejaba de latir rápidamente.

- (Yotsuba. Si te llegaras a enterar de esto... ¡Tranquilízate! ¡No puedo dejar que el sensor dentro de mí me vuelva a alterar!) ¿P-prometes decir que no estoy pesada?

Sin recibir respuesta, Ichika procedió a ubicarse encima de los hombros del pelinegro. El nerviosismo que sentía con la vista que tenía la hacía pensar que lo que había hecho aquel día en la bañera era insignificante. Aun si era mentira, la sensación era diferente, inusual. Sin embargo, no importara cuanto quisiera comparar todas las escenas vergonzosas que ha vivido junto a su pelinegro, nada se comparaba a aquel incidente que ella mismo provocó. Era la historia que ella misma había empezado.

- (No importa cuánto quiera ignorarlo. No importa cuánto quiera olvidarlo. Ahora entiendo mejor las expresiones de Yotsuba. Sé que Fuutarou-kun está involucrado con ella. Si no fuera el caso, no tendría sentido todas las señales que ha dado, todo mensaje minucioso que lograba captar. Los pequeños momentos que he logrado ver de ellos, no fueron por nada. Por eso mismo, no puedo darme el lujo de perder.) – Acomodándose – ¿Qué sucede?