❝ YoonGi es un padre soltero que acaba de perder a su amada y JiMin es un omega roto que acaba de perder a su bebé, ¿Qué pasará cuándo ambos caminos se encuentren y una pequeña masa una sus vidas?❞
》Pareja Principal: Yoonmin
》Prohibido adaptaciones...
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El chico estaba en un pequeño debate si pedir al señor amablemente que se fuera o quedarse callado.
El encargado de la caja desde su lugar observó como un hombre en traje de negro llevaba sentado en el mismo lugar desde que abrieron pidiendo diferente cantidad de postres.
El hombre había desayunado, almorzado y cenado en el mismo lugar sin pararse, excepto para ir al baño.
— Nayeon — pidió a la mesera que se encontraba cerca — ¿Sabés si la señora Park ya volvió?
Como no podía salir de su lugar no estaba muy al corriente de los movimientos adentro
— Lo está — la chica se acercó — ¿Quieres que la llamé? Sabés que cuando esta haciendo los postres no le gusta que le molesten.
—Lo sé — pero el tenía que ir —¿Podrías atender la caja un momento?
Nayeon asintió y el se paró de su lugar rápidamente para encontrarse con su jefa.
— Señora Park — el hombre llamó su atención, la mujer despegó la vista de los mochis que estaba seleccionando.
— Si otra vez cobraste menos descontare de tu pago — sonrió la mujer.
— No, esta vez no es eso, usted fue muy paciente conmigo agradezco enormemente ese gesto — el beta se acercó un poco más — Pero no es eso de lo que quería hablar.
Park asintió para que el chico siguiera hablando.
—Hoy en la mañana vino un hombre y no se movió de su asiento hasta ahora.
Detuvo sus movimientos y después de un silencio la mujer asintió.
— Yo misma iré a solucionar ese problema cariño, gracias por avisar.
El beta asintió y salió dejándola sola.
Él había vuelto.
Espero unos minutos mientras pensaba seriamente en que hacer pero se hizo la idea todos estos años y cuando el momento llega todo lo planeado queda esfumado.
Con un suspiró cerró el tupper con los mochis que había acabado de hacer para llevarles su hijo y talvez invitarle un poco a YoonGi.
Cuando lo puso en su bolso para no olvidarlos regreso por una bandeja, el resto de mochis irían para la venta.
Cuando salió pudo confirmarlo pero esta vez no tenía miedo, no podía temer a una persona que alguna vez amo y aunque no sabía si el Alfa tenía el mismo sentimiento por ella después de todo este tiempo
Porque ya no era la chiquilla manipulable de hace años.
Le daría la cara al problema, así que camino hacia el hombre después de dejar los mochis en la mesa, el hombre cuando la vio de reojo llevó el café a su labios.
