27- Unas merecidas vacaciones

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-¡Muchas gracias por regresar la Judía Estelar Mew y Abelardo!- dijo la Reina Haba feliz.

-De nada, pero no lo hubiéramos podido lograr sin la ayuda de nuestros amigos y aliados- dije.

-Un placer ayudar- dijo E. Gadd.

-Me alegra que todo haya terminado bien- dijo Centella.

-Fue una experiencia divertida, ¿no lo crees Latias?- dijo Federico.

-Latias- dijo Latias.

-No fue nada- dijo Amatista.

-Estoy tan contenta que no puedo parar saltar de la felicidad. ¡Jajaja!- dijo la Reina Haba haciendo saltos que nos levantaban por los suelos.

-¿Y que planean hacer ahora?- pregunto Lady Judía.

-Pues, tener nuestras merecidas vacaciones. Salvar el mundo es cansado- dije.

-Bueno, en ese caso les damos 10000 monedas del Reino Judía, como un pequeño pago por haber traído de vuelta la Judía Estelar- dijo la Reina Haba dándole a Mew una bolsa repleta de monedas.

-¡Muchas gracias!- le dijo Mew.

-No, a ustedes- dijo la Reina Haba.

-¿Y que de ese Egg Robo?- preguntó Lady Judía.

-Logro escapar, o al menos eso creo ya que no lo encontramos en los restos de su máquina- dijo Mew.

-Pero no se preocupen más por él, nosotros lo derrotaremos si se atreve hacer de las suyas otra vez- dije.

Después de un recorrido guiado salimos del castillo.

-Bueno, ¿y a dónde quieres ir Abelardo?- me preguntó Mew.

-Pues...a la Bahía Burlona, para descansar en el spa- dijo.

-Que bien, ya quiero estrenar mi nuevo bikini- dijo Amatista.

Todos reímos un poco a medida que nos dirigíamos a la Bahía Burlona, en donde, al fin, tendríamos nuestras vacaciones, marcando el fin de esta rara y estrepitosa aventura de la cual no hay un aprendizaje claro.

Una rara aventuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora