〽 "Bienvenida al País de Las Maravillas, aquí todos somos muy obscenos, ¿Como le va Señorita?"
"Sin saber cual era la razón Chie Emiko despertó en un extraño lugar, bajó la atenta y lujuriosa mirada de seis hombres que se encargarán de guiarla a tra...
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〰 ¡Bienvenida a Shiratorizawa! 〰
Los dias restantes que estuvo en Karasuno eran sin duda alguna inolvidables. Luego de lo que había ocurrido con Daichi se dejo llevar mas por la corriente. Terminando casi de igual forma bajo el cuerpo de Asahi a quien creía incapaz de verse como un tipo dominante.
O Sugawara que disfruto con tan solo haber visto la silueta de aquella dama contonearse a la par de sus embestidas.
Ese era su ultimo dia allí y decidió pasarlo encerrada en lo que habia sido su cuarto.
— ¿C-como pude hacer ese tipo de cosas? — apretó la sabana que habia entre sus manos con la cual habia estado limpiando sus lágrimas. No podía negar que disfruto de cada cosa ocurrida y mucho menos que todo fue bajo su consentimiento. Pero se sentía diferente y extraña como si no se sintiera en su propio cuerpo tomando sus propias decisiones, sino, solo siguiendo y dejándose llevar por sus instintos sexuales.
Era algo que debía dejar pasar y estando allí algo a lo que quiza tendría que acostumbrarse. Pues sentia que con cada segundo que pasaba era mas difícil poder seguir lo que le ordenaba su cerebro totalmente racional.
La despedida fue bastabte corta para loq ue esperaba, yéndose de allí sentia como si dejara una parte de ella, aquella que había estado tan desesperada por ebcontrar respuestas a sus dudas.
Y cuando estuvo frente a la imponente fortaleza de Shiratorizawa Daichi se arrodillo tomando su mano.
— Espero que los recuerdos de nuestra noche sean especiales para ti por siempre... — inclino su cabeza y se levantó para abrazarla y susurrarle suavemente — Buena suerte, señorita Emiko...
Se separo para retirarse en su corcel. La figura de un halcón estaba remarcada en toda la puerta y una gran estatua de esta misma ave repozaba como escudo. Al igual que en Karasuno varios de estos volaban por sobre la fortaleza. La puerta se abrió mostrando al lider de la casa que ya habia conocido Ushijima Wakatoshi y a su derecha un pelirrojo de sonrisa traviesa que la observo con especial atención.
— Wakatoshi-kun, ¿No te recuerda a alguien? — pregunto ampliando su sonrisa y acercandose para tomar sus manos con delicadeza — La reina de corazones...
Tendou la observo embelesado por su belleza y le dio algunas caricias en la cabeza acomodando su hermoso cabello de color negro. El lider de aquella casa se mantuvo silencioso, observándola y deseando compartir su cama algunas noches durante su estadía.
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