Soledad.

17 2 4
                                        

"Nadie nunca ha valorado lo que tiene... Hasta que lo pierde".

Es bastante curioso cómo sucedió todo esto, y jamás dejará de serlo.

No pude hacer más que observar tu sonrisa mientras te marchabas, dejándome completamente sola, y la impotencia que sentí en ese momento no tiene comparación alguna.

Siempre habíamos peleado por casi cualquier cosa, y hubieron muchos periodos en los que realmente no quería saber nada de ti, aún compartiendo techo a diario.

Siempre menosprecié tu compañía, y buscaba estar lejos de ti; era desesperante tener que pasar tiempo contigo, porque nunca logramos entendernos del todo.

Y nunca presté atención a todos los gestos amables que alguna vez tuviste conmigo; tan sólo te reprochaba las incontables veces que me lastimaste y me hiciste sentir mal.

No fue hasta ese momento, en el que te ví partir, que comencé a atesorar los momentos en los que solíamos reír, las noches en las que estuviste más que dispuesta a ser mi único consuelo, y las incontables veces en que te ofreciste a ser mi abrigo, mi dirección y mi fuerza.

Ahora, cuando la que solía ser tu habitación está completamente vacía, extraño tu escandaloso concierto de cada domingo, y el desastre que solía haber siempre que entraba.

Extraño poder acudir a ti cuando, en noches como esta, el terror se apoderaba de mí y el sueño se esfumaba.
Extraño tus cálidos abrazos tan sinceros, y tus caricias tan suaves que me tranquilizaban como nada más en el mundo.

Anhelo poder estar contigo ahora que de nuevo todo comienza a destrozarse.
Extraño la forma tan peculiar en la que me animabas cuando la violencia se apoderaba del ambiente y me encontraba escondida y asustada.

Incluso extraño pelear contigo, hacerte enojar y luego tener que rogarte para que me perdones.

Nada puede ser lo mismo si tú no estás.

Me siento traicionada, reemplazada, triste y molesta, pero también me siento insuficiente y malagradecida.

Me siento como una completa idiota.

¿Es que acaso ya no me soportabas? ¿No era que jamás te irías de nuevo? ¿Por qué entonces te notas tan feliz mientras te alejas? ¿Siempre fui una molestia? ¿O muy irritante? Me es inevitable preguntármelo cuando no te tomaste la molestia de decir "adiós" siquiera, y me duele no tener la certeza de nada.

Los celos y la envidia me consumen al ver la amplia sonrisa de la persona con quien pareces querer pasar el resto de tu vida, y simplemente no pude soportar verte entre sus brazos, riendo mientras te alejabas cada vez más y me dejabas completamente sola.

Sé que es egoísta sentirme así, y sé que en algún momento esto tendría que pasar, pero simplemente no puedo evitarlo, así como tal vez jamás podré dejar de lamentarme por distanciarme de ti durante tantos días, tiempo en el que jamás se me ocurrió que pronto te irías para ya no volver nunca.

Estoy aterrada ahora que no estás, y no sé qué es lo que debo hacer.

Te has ido, y me has dejado hecha pedazos, llorando con amargura por el oscuro vacío que has provocado en mi corazón.

Ahora ya no hay nada, y ya no hay nadie.

Ahora te has ido, y lo único que dejaste fue tu ausencia, y la amargura de tu indiferencia.

Ahora me retuerzo con agonía en la soledad que durante tanto tiempo pedí a gritos.

Te extraño.

•°•°•°•°•°•

Muchas gracias por leer, bonito día/tarde/noche ❤️

Pavito Junior 🐾

Ideas Espontáneas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora