LUCKY JEON T1 | LIZKOOK

04

La chimenea encendida calentaba los cuerpos de los Jeon's. Lalisa se mantenía en el computador mientras Jungkook trataba de enseñarle las operaciones básicas a su hijito.

– Bien, Jeong. Ultima oportunidad antes de que mami nos quite el derecho a postre. – la determinación en los ojos del menor brilló. Hoy había chocolatada y por nada del mundo él y su papi se conformarían con solo uno.

– ¿Cuánto es dos más dos?. – con sus dedos visualizó la respuesta.

Esa era fácil. Con una gran sonrisa igual a la de su papi kook, con simpleza y reverencia contestó.

– Obvio papi, la respuesta es pez. – a Lalisa casi se le cae el café sobre la mesa.

Tosiendo quiso recuperar un poco de oxígeno que se le había atorado en la garganta.

– No Jeong mira de nuevo. – Jungkook animaba al menor.

– Lo veo y lo entiendo papi. – cruzó sus bracitos un poquito indignado. Aquella expresión la había aprendido de su mami

– Bien, está bien. Otro intento – encontrando la paciencia de un profesional contable y jefe de finanzas, su pequeño hijo no sería esa clase de niño.

Claro que no.

– Dime cuanto es, tres más tres. – el pequeñito tomó el lápiz y una de sus libretas para encontrar la respuesta que su papi le ha pedido.

Ambos adultos estaban expectantes. Lisa le dedicó una mirada a su esposo. ¿Qué tanto hacia Jeong con esa hoja?

Bien, quizás la respuesta los dejara perplejos.

– Es ocho papis. – sosteniendo el puente de su nariz Jungkook dejó caer su cabeza sobre el respaldo de la mesa.

Sí, es claro. Ya no podía con su pequeño hijito.

– Jeong, pon atención a tu padre. – sentenció Lisa al ver como el niño se mantenía en esa actitud.

– Pero mamí...- bajando de su sillita y rodeando la mesa llevó la hoja de sus cálculos consigo. Su mami tenia que verlo

– Aquí eta. – Lisa levantó el pequeño cuerpo para sentarlo en la superficie de la mesa.

– Es claro que nuestro hijo será un prodigio creativo porque es claro que las matemáticas podrá resolverlas con calculadora. – le extendió la hoja a su esposo y este vio el contenido

En la superficie plana había dos número 3 donde el pequeño había volteado ambos números creando el perfecto ocho.

– Vaya, no encuentro falla a su lógica. –

La pelinegra solo río divertido al escuchar a su esposo. Su bebé si sería esa clase de niño ¿Ironía del destino tener a un padre experto contable- matemático? Y su hijo tener una constante guerra entre las matemáticas.

Quizás.

Pero había algo que Lisa si sabía,su bebé sería el mejor en cualquiera de los caminos que escogiera.

El timbre sonó antes de que pudiera decir otra cosa.

– Iré a abrir, seguro es Jimin. – El rubio tenía cierto complejo de puntualidad.

Así que esa salida de chicos era con dos propósitos. Ponerse al día y elegir el traje que vestiría su esposo para esa reunión que tanto odiaba.

– ¡Lisa-shi.! – la menciona se levantó con una radiante sonrisa viendo como su hijito seguía pintando.

– ¡Rosie!. –

Son grandes amigas a pesar del tiempo.

– Pero ¡qué pasó! – preguntó cuando vio su maquillaje solo estar en la mitad de rostro.

– Pregúntale a Jimin, el idiota me estuvo presionando con el tiempo. No entiende que cinco minutos son en realidad una hora. – lloriqueó Rosé Park.

Su amiga, a pesar de los años seguía siendo la persona más espontanea que conoce.

Los llamados "planes" nunca estuvieron en su vocabulario. Rosé era más "carpe díem " . Desde la universidad que ha sido así.

Aun no puede creer como es que ha logrado casarse y compaginar tan bien con Jimin, arias el señor itinerario. Es como ver la seriedad y alegría juntas. El grito y el silencio. Algo bastante dramático algunas veces.

– En fin, hoy es noche de chicas. – se acercó para saludar al pequeño Jeong.

– Pero miren que lindo conejito. – el de lentillas levantó su carita para ver a su ruidosa tía Rosie. Sus lentes se habían corrido haciendo que levantara su carita para verla a través del cristal

– Hola tía bonita. – y por esa razón Jeong es el consentido de Rosie. Ese niño es un amor.

Eso y darle más dinero como domingo estaban al fin rindiendo sus frutos.

– ¿Jennie y Jisoo vendrán? . – Lisa asintió.

– ¡Jeon!, ya me contaron que tendrás tu primer work- party .- gritó la de cabello fantasía como si estuvieran en una fiesta.

– Muy entusiasta. - justifico Jimin, el esposo de la chica peli-violeta.

– Mucha suerte, ya sabes. Normalmente van idiotas a esos eventos. – Park aun recuerda la cena con su esposo, un montón de viejitos rabo verdes que comieron hasta explotar e intercambiar tres palabras solo para preguntar la hora. ¡Ella solo quería arrancarse lo pelos! ¡Nadie hablaba! .

– Pero tu solo dile a Lisa y poom. – aplaudió.

– Esos idiotas descogotados. – dejando caer su cuerpo sobre el sofá, la chica dramatizó la escena.

El pequeñito le extendió unas galletitas a su tía.

– Gracias bebé. – comía mientras sobaba su cabecita.

– Mami, ¿Qué es descogotado? – Jeong se dejaba acariciar mientras esperaba la respuesta.

– Yo te diré. – rápidamente intervino Rosé. – Es cuando agarras por ejemplo un conejo de las orejas. – alzó su mano. – Lo extiendes plenamente. – estiró las mismas. – Y le cortas el cue...- con una cara de terror miró al pequeño de los Jeon, quizás, demasiado explicita.

– Y le haces cosquillas. – se corrigió.

Entonces el pequeñito asintió.

- ¡Mami, quiero ser descogotado! – todos los adultos miraron a Rosé.

Pero para la pálida esa fue una de las mejores explicaciones que ha dado en su vida. Así que se dio palmaditas internas.

– ¿Me viste cariño?. – Rosé miró a su hombre. Jimin solo asintió. 

– ¡Ya estoy lista para tener bebés!. – le recordó su conversación donde Jimin le preocupaba "la estabilidad" y Rosé solo quería pasar al proceso de hacerlos.