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Estaba de más decir que el ritmo cardiaco del alto se encontraba despavorido. Su mente bloqueada ante las evidentes teorías que su madre pudiese estar formulando en su cabeza, veinti-un años han sido bastantes para comprender que el carácter de su progenitora no es un juego. Incapaz de formular una excusa lo suficientemente creíble para ambos salir libres de ese incomodo momento.
Es imposible.
La hermosa mujer de cabellera negra como la de su hijo, no dejaba de dirigir su mirada hacia él y después a la rubia quien sostenía su brazo con posesión.
Eso sí que no.
Su bebé pudiese ser muy inocente en algunos aspectos para no darse cuenta de las acciones maliciosas de algunas personas. Y claramente ella sabía que su hijo no era muy popular con las chicas. Entonces, ¿Qué hacia esa sonriente joven junta a él? Y encima, tomarse el atrevimiento de plantarle un beso a su hijo. Su instinto sobreprotector enseguida le exigía una explicación.
– ¿Qué es lo que está pasando aquí Jungkook? – la determinación y seguridad de la madre hizo retroceder levemente al mencionado. Sin embargo, para Lisa no fue lo mismo. Sería interesante conocer a una aliada poderosa o una rival digna. Cualquier papel que la señora Jeon quisiese tomar.
Lisa no dejaría tan fácil a su conejito.
– ¡Mamá!- tragó intentando no mirarla. No es que fuera distinto su hogar al resto. Pero su madre si que era otra onda . Claro que era amorosa y protectora, pero también tenia esa exigencia sobre algunos aspectos que la hacían tener mano dura y no ceder tan fácil.
– No es lo que estás pensando. – intentó reir ligeramente para liberar la tensión.
No funcionó.
– ¿Y que se supone que es? – Jungkook quiso estrellar la cabeza sobre alguna pared del edificio. Se sentía como un adolescente atrapado en alguna acción mala. Él ya no lo era, pero si respetaba la imagen y espacio de sus padres. Solo rogaba que no hubieran visto el Beso que Lalisa le dio. Aunque solo fue en la mejilla, era el primero que una femenina que no fuera su madre o tías le daba.
– Cariño, tuve que darle algunas mandarías al señor Jo para que aceptara cuidarnos el autito...-
Sí que era la reunión familiar más extraña. No por estar a la mitad de la vía peatonal para entrar a la residencia Jeon. Sino que ahora, un hombre tan alto como el conejito parecía ajeno a la escena que se estaba montando. Eso calentó el corazoncito de la rubia. Era lindo conocer a los padres que hicieron tan bonito ejemplar de hombrecito. Agradecida con los genes de los señores Jeon's.
Pero ella se encargaría de mejorar la raza. Claro que sí.
– Ah, hola hijo. Tu abuelita te manda las lechitas de plátano que te gustan, si quieres puedes ir por los paquetes. El señor Jo te dejará pasar. – y sin decir más se encaminó a un costado de él palmeando su hombro.
– Hola jovencita. – dijo de lo más normal.
¡Esperen! .
– ¿Jovencita?. – tenia que ser una broma, ahora igual su padre.
– ¿Hijo?.- Jungkook cerró los ojos. Se sentía nervioso.
Los dos mayores estaban expectantes a lo que él tuviese que declarar o en su caso confesar. Aun cuando se esperara que los dos reaccionaran igual, no fue asi. Ya que su madre seguía con el ceño fruncido y su padre, quien estaba atrás de ella, le miraba con una sonrisa de orgullo mientras levantaba los pulgares en señal de apoyo y buen gusto por la bonita chica que tenia a su lado. Y quien, de manera inconsciente, llevó sus manos uniéndola con las de su hijo. Obviamente, los jóvenes no se dieron cuentan de cuando pasó pero ese agarré les proporcionó un poquito de seguridad .
La calidez que emanaba de la más baja era simplemente sorprendente. Como si pudiese luchar contra todo el mundo porque la comodidad de su presencia hacia relajar la timidez que siempre mostraba a extraños.
Saludando de manera eufórica el padre de Jungkook miró desde atrás a la rubia. Quizás ahora pudiese entender el bonito corazón que posee su chico.
– Sigo esperando Hijo. – habló la mujer. – Hace frio y no queremos que tu amiga. – recalcó la última palabra queriendo que la afirmación saliera de los labios del azabache. – Puede enfermar y eso sería muy descortés. – su esposo le miró un poco dudoso. El agarre no era de simple amistad.
– Vaya, y yo que pensé que era su novia. –
Fingiendo decepción el mayor de los Jeon se encargaría de revelar la verdad – Pensé que habías traído contigo a esta linda chica para presentar a tu familia. – es un hecho, el señor Jeon sería el suegrito más cool.
Porque sería su suegro.
– ¿Quieres mandarinas, hija? . – Lisa miró a Jeon un poco temerosa. Si bien, siempre era segura de si misma en ese momento estaba hablando de los padres de su futuro esposito. Tenía que dejar las mejores de las impresiones si querían que le ayudasen con él.
– Normalmente siempre me pongo un poco furiosito cuando me toca cocinar. Pero puedes pasar a nuestra casa y puedo prepare algo, estás muy delgada. Anda hija. – no hay mejor confesionario después de una rica comida. La señora Jeon y Jungkook miraron a su padre sin creer lo que había dicho.
De los tres, el que tenía el carácter más relajado es su padre. Sin embargo, nunca solía hacer este tipo de invitaciones. ¿Qué era lo que el señor Jeon vio en Lalisa? ¿Quizás el agarre de cariño hacia su hijo? .
– Presiento que no será la única ocasión que te veremos por aquí sujetando la mano de mi hijo. – ironizó. Ambos jóvenes confirmaran su comentario y se percataron del porque lo decía.
– Será bueno que te acostumbres a la sazón de esta casa. – hacia mucho frio y él ya estaba viejito así que sonriéndole a su hijo y guiñando un ojo a la joven. Lalisa lo supo, ese día el señor Jeon sería un nuevo aliado para conquistar el corazoncito de su amorcito.
¿Cómo están mis pollitos?
¿Cómo ven la historia? ¿Les gustó? Ya saben, siempre me gusta leerles.
MUCHAS ESTRELLITAS Y COMENTARIOS BONITOS = ACTUALIZACION
Aunque me rompa el corazón, esta pequeña historia está por terminar. Así que...
NOS LEEMOS PRONTO
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LUCKY JEON T1 | LIZKOOK
Fanfic"Afortunado Jeon" así es conocido entre sus colegas desde aquel día. **Cliché y muy soft