꧁༒ Butcher Of Seul༒꧂

5. Seda y jarabe de arce

Ahmeti se puso de pie rápidamente, sin darle a Jimin la oportunidad de mirar a su alrededor. Había oído hablar mucho de la casa de mamá, pero verla en persona estaba más allá de lo que hubiera podido imaginar. Las preguntas eran interminables cuando miró hacia abajo y vio el tanque de tiburones. ¿Quién había concebido tal idea y cómo se había puesto en práctica sin alterar los cimientos del hogar? ¿Habían criado al tiburón desde que era un bebé y, de ser así, habían mantenido a un animal bebé solo en el tanque, sin la comodidad de su madre u otra compañía de la misma especie? ¿A quién engañaba? La crueldad hacia los animales ni siquiera era el problema aquí, no cuando la crueldad humana era un hecho tan casual en la vida.

Los guardias los detuvieron frente a un par de puertas corredizas de metal al final del vestíbulo de entrada.

"No tiene armas", gruñó Ahmeti. Sin embargo, no parecían entender inglés y comenzaron a buscarlos de todos modos. Con un rígido asentimiento, se les permitió pasar y Jimin comenzó a arrastrar los pies. Ahmeti notó su falta de voluntad y lo golpeó en las costillas con un codo alentador.

"Tengo que ir al baño", murmuró Jimin, cuando vio un par de puertas más pequeñas al final de la habitación en la que habían entrado. Sabía lo que estaba más allá de ellos. Jungkook había descrito la pequeña e intrépida ruta hacia la oficina de Madre con bastante frecuencia.

"¿De verdad?" Ahmeti arqueó la ceja mientras alargaba la mano para tocar el timbre.

Por supuesto que no lo hizo. A menos que fuera para vomitar. Jimin sintió que la cabeza le daba vueltas, el sudor se enfriaba en la frente cuando las puertas se abrieron. La luz irrumpió y se llevó la mano a los ojos, protegiéndolos de la intensidad de la misma. La oficina estaba completamente blanca, lo que se sumaba a la luz del día que ya entraba desde la pared de vidrio detrás del enorme escritorio en el extremo más alejado. El interior era aerodinámico, con muebles que parecían doblados para otras cosas. Ya sabía qué pared albergaba las pantallas de plasma gigantes que Jungkook había mencionado.

Jimin casi tropezó con sus propios pies cuando Ahmeti lo empujó. Se quedó sin aliento y se tapó los ojos con las manos, respirando con dificultad porque su visión estaba comprometida. El hambre y el agotamiento eran dos cosas con las que se había enfrentado demasiado en las últimas semanas. Ahora estaban empezando a afectar su bienestar general. Le dolía la cabeza, los ojos todavía se tambaleaban por el brillo del lugar. Una migraña amenazaba con estallar si abría los ojos por completo.

Y, sin embargo, a través del martilleo en sus oídos, escuchó la voz que tenía el poder para hacerlo ir corriendo en la dirección opuesta debería ser el curso de acción más sabio. La última vez que se había filtrado a través de sus sentidos en pedazos y pedazos como este, Jimin había sentido el beso de un cuchillo cortar su pecho en los escalones de la estación de policía en Mapo-gu. Aquí también iba a pasar algo malo. Podía sentirlo.

"En una pieza. Sin heridas abiertas. Ni siquiera un rasguño o un hematoma. Al menos, ninguno que yo haya causado ", dijo Ahmeti, apoyando una mano en el hombro de Jimin.

Un hombre alto y bien formado, proporcionó una traducción al coreano. No parecía un traductor; la forma en que estaba parado al lado derecho de Taehyung denotaba su estatus como guardia personal. Un solo lazo enroscado desapareció detrás de su oreja de la pieza colocada en su interior. Taehyung murmuró algo en respuesta y el guardaespaldas anunció en un inglés claro y fluido: "Gracias. El resto de su dinero se depositará en su cuenta al anochecer ".

Ahmeti asintió. Los dos lo miraron como si esperaran que se fuera. En cambio, se dio la vuelta y se acercó a la mesa de café a la izquierda de la habitación, se sentó en un sillón y tomó un puñado de uvas. El rostro de Jimin se mostró incrédulo por decir lo mínimo cuando Ahmeti cruzó una pierna sobre la otra y miró la escena con el aire de un espectador esperando que comenzara la película. Y aún así Taehyung no dijo nada.