- ¿Qué hace él aquí?- le señaló Ron, con ira.
- Ronald, tranquilo- le defendí yo.
- ¡¿Tranquilo?! Por si no te has dado cuenta, ¡es Draco Malfoy!- lo señaló con la palma de la mano. De reojo vi como el rubio estaba algo tenso- ¡Y un Slytherin! ¡¿Es que acaso no te acuerdas de lo que pasó en el Callejón Diagón?! ¡¿O lo que nos hizo los ocho años que llevamos aquí?! ¡¿Te recuerdo que es un mortí...?!
- ¡Basta!- le interrumpí, harta- ¡¿Te recuerdo yo lo que nos hiciste tú el año pasado?! ¡¿Abandonándonos cuando estábamos buscando los horrocruxes, sólo porque hacíamos más que tú?!
- P-Pero eso son cosas del pasado, ______- intervino mi hermana-. Además, después volvió...
- ¡Lo de Draco también es cosa del pasado!
- Siento mucho el daño que he podido causar, sobre todo a ti, Potter- me giré hacia él, y le vi con la cabeza agachada.
- Y yo voy a creerte, Malfoy...- el azabache se acercó a él, con los brazos cruzados.
- Harry- me miró fijamente, noté una pizca de rabia en sus ojos-. Por favor...
- ¿Por favor qué, ______? ¿Te crees que le voy a perdonar tan fácilmente después de todo? ¿Que voy a ser su amigo?
- No, pero déjame...
- ¡Entonces nada!- me interrumpió.
- Harry...
- Piénsate mejor con quién te juntas, recuerda quién ha estado ahí para ti y quién no- le dirigió una última mirada de ira a Draco, para después marcharse, dejándonos a los cuatro atrás.
Ron y Hermione me miraron en silencio, pero se dieron la vuelta y siguieron a Harry. Vi como mi hermana negaba con la cabeza, cabizbaja, dando a entender que estaba decepcionada conmigo.
Agaché la cabeza, triste porque mis amigos no me dejaban hablar ni tampoco confiaban en mi. Noté la cálida mano de Draco sobre mi hombro y lo acarició con su pulgar. No pude más, no conseguí contener las lágrimas y exploté. Me cubrí mi húmedo rostro con mis manos y sentí como él me abrazaba, pasando sus brazos por mi cuello. No me inmuté, seguí llorando y sollozando unos minutos en su pecho, notando sus rítmicos latidos. La tristeza me inundó por completo, sin saber cómo y por qué.
Me acompañó hasta la Sala Común de Gryffindor.
- ¿Segura que estarás bien?- su tono era preocupado.
- La pregunta es si lo estarás tú, después de lo que me has contado.
- Sí, tranquila- me perdí en su leve sonrisa.
- ¿Qué haces aquí, Malfoy?- escuché una voz tras de mi. Ambos nos giramos y vi a tres de mis compañeros de casa: Seamus Finnigan, Dean Thomas y Neville Longbottom- Vete antes de que use algún conjuro contra ti.
- Seamus, relájate.
- ¿Vas a defenderlo, ______?- preguntó el mas alto, Neville.
- Pues sí, porque no es como todos os pensáis- los tres soltaron una carcajada y yo rodé los ojos-. Dejadnos en paz, ¿sí? Y más a él. No os ha hecho ningún tipo de daño.
- ¿Estás enferma?- Seamus me miró con desprecio- ¿No te acuerdas de lo que pasó?- arrugó su labio superior y frunció el ceño.
- Claro que lo recuerdo, pero quiero olvidarlo- me giré hacia Draco-. Quiero perdonar, él no tenía otra opción- en sus labios noté una leve sonrisa.
- Lo que tú digas, Granger; pero si te traiciona, después no vengas llorando- se echó a andar, seguido de Dean y Neville.
- No les hagas caso- me acerqué al rubio-. Yo sé como es Seamus, después se arrepentirá de su palabrería.
- ¿Por qué lo dices?
- Porque ha sido similar a hace unos cuantos años; se enfadó con Harry pero, al ver que no tenía razón y se equivocaba, se arrepintió de lo que dijo sobre él- ambos soltamos una pequeña risa-. Ya verás como pasará lo mismo.
- Gracias, ______- se acercó a mi-. Oye, quiero decirte algo- agachó la mirada y sonrió, algo tímido-. Quería disculparme.
- ¿Disculparte?
- Sí, por todo lo que os he hecho a tus amigos y a ti durante estos ocho años, sobre todo a ti y a tu hermana- me miró fijamente a los ojos, y yo me perdí en los suyos-. Sé que "sangre sucia" no es muy buen mote y... Lo siento- se rascó la nuca y arrugó la nariz-. Espero que pronto aceptes mis disculpas, porque creo que esto tomará un tiempo y...
Esa pizca de esperanza volvió, haciendo que sonría.
- Disculpas aceptadas, Draco- le interrumpí. Su sonrisa se volvió colosal y aceleró el paso hasta a mi para abrazarme.
Cerré los ojos al notar sus brazos rodear mi cintura, y una enorme sonrisa se mostró en mi rostro. Por fin había conseguido salvar a Draco Malfoy de la penumbra y la confusión. Él no merecía para nada todo lo malo que le pasó, él sólo era un niño...
Después de estar unos minutos abrazada a él, oliendo su perfecto aroma y acariciando su espalda, nos separamos. Me fijé en que su rostro estaba algo ruborizado y noté que mis mejillas ardían, así que debía estar igual de roja que él.
- Deberías descansar, ______, pareces agotada.
- Debería... Gracias, Draco- me alejé y quise entrar en la Sala Común, pero la mano de Malfoy agarrando mi muñeca me paró en seco. Me giré, algo aturdida y sorprendida. Me acercó a él, su rostro estaba a centímetros del mío, haciendo que mis mejillas se ruborizaran más de lo que estaban antes.
- Gracias a ti- y besó mi mejilla, dulcemente.
Evité no soltar un pequeño suspiro de sorpresa, pero se me hizo imposible. Nos sonreímos y esta vez, sí me dejó marchar.
ESTÁS LEYENDO
Sangre Sucia - Draco Malfoy y tú © [𝚃𝙴𝚁𝙼𝙸𝙽𝙰𝙳𝙰]
Fanfiction~ "- ¿𝘗𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦 𝘮𝘦 𝘱𝘪𝘥𝘦𝘴 𝘢 𝘮𝘪 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘢𝘺𝘶𝘥𝘦? ¿𝘗𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦 𝘢𝘩𝘰𝘳𝘢? 𝘋𝘦𝘴𝘱𝘶𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘦𝘴𝘵𝘰𝘴 𝘢ñ𝘰𝘴...? - 𝘕𝘰 𝘭𝘰 𝘴𝘦, 𝘢𝘭𝘨𝘰 𝘮𝘦 𝘥𝘪𝘤𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘭𝘢 𝘪𝘯𝘥𝘪𝘤𝘢𝘥𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘢𝘺𝘶...