Sangre Sucia - Draco Malfoy y tú © [𝚃𝙴𝚁𝙼𝙸𝙽𝙰𝙳𝙰]

13.

Narra Draco:

Un chico joven, rubio y encapuchado, llamó la atención de ______. Ella se giró hacia donde él venía y, todavía agarrada de mis manos, le saludó con la cabeza.

— Hola K, ¿qué ocurre?– al verme, me lanzó una leve mirada de desprecio, cosa que me cabreó bastante, pero al notar que seguía de la mano de la castaña me calmé.

— Hola– vi como intentaba evitarme, solamente mirando a ______ con una insoportable sonrisa–. Me han contado algo que me gustaría preguntarte.

— Eh... Claro, dime– se deshizo de mis manos y se giró hacia él, cosa que hice yo también. Ese tal K, me miró de reojo y arrugó su labio superior.

— ¿Puede ser en privado?– le susurró a ______. Yo no sabía qué sentir en ese momento, al ver cómo ella me miró con lástima y duda, mi corazón se estremeció.

— Ahora vuelvo– susurró ella esta vez. Yo solo asentí y se fue en silencio con él. 

Me senté en el mismo banco donde había estado ______ y estuve observando el libro que se posaba a mi lado unos segundos, hasta que decidí alzar la vista y vi que K y ______ se estaban abrazando. Sentí una mezcla entre celos e ira recorrer mi cuerpo, y al ver como se separaban y se miraban sonriendo hizo que ese sentimiento aumentara.

No quise ir hacia ellos, sabía que no irían a hacer nada, sobre todo ______ delante de mis narices.

— ¿Por qué te pones así? Ni que fuera tu novia– pensé. Negué con la cabeza levemente–. Bueno, pero... Estás enamorado de ella.

Fruncí el ceño al ver como el chico le estaba besando la mejilla, pero hice como si nada al ver como se acercaban. Ella estaba levemente sonrojada, y él sonreía satisfecho.

— ¿Quieres ir a desayunar?– me preguntó ______ como si nada. Fruncí todavía más el ceño y miré a K, el cual no paraba de sonreír como un completo idiota.

— A mi no me mires– alzó los brazos y después se metió las manos en el gran bolsillo de su sudadera–. Yo ya me iba, tengo cosas qué hacer.

— Vale, y... Gracias otra vez– sonrió la castaña.

— No hay de qué– le revolvió el pelo levemente y se marchó por donde había venido. Miré a ______, quién me miraba a mi también.

— ¿Qué te ha preguntado?

— ¿Eh?– alzó las cejas– Na-Nada, nada, tranquilo.

No sabía qué pensar, no quería ser celoso, pues la espantaría y se alejaría de mi, pero es que ese chico... Tenía algo que no me aspiraba mucha confianza.

Narra ______:

K y yo nos alejamos de Draco en silencio. Cuando creímos que estábamos del todo lejos, me miró fijamente.

— Voy a ser directo. Me han contado sobre un baile de invierno que se hará la semana que viene– yo asentí–. ¿Querrías ir conmigo?

Abrí la boca sorprendida. De no ser por mi mandíbula, habría caído al suelo. Me quedé tartamudeando una vocal durante un rato y mientras él me miraba con una ceja alzada, hasta que finalmente cogí valor y respiré hondo.

— Lo siento K, pero voy a ir al baile con Draco, él me lo preguntó hace unos días, y...– miré a Draco, quién miraba mi libro sentado en el banco. Volví a mirar a K, que sonreía.

— Oh, vale, no pasa nada– al sonreír, sus labios se tensaron y mostró su bonita fila de dientes.

— Lo sien-– y me abrazó, pasando sus brazos por mi cuello. Correspondí a su abrazo con algo de duda, pues no entendía como un chico que acababa de conocer me pedía para ir con él al baile y después me abrazaba. Solo le conocía de un día o dos...

Se separó del abrazo y me besó la mejilla. Sentí como mi rostro ardía otra vez a pesar del frío y temblé suavemente, sin que él se entere.

Finalmente volvimos con Draco. Andamos hasta él en silencio, mientras él se levantaba del banco y nos miraba con el ceño fruncido.

(***)

El Callejón Diagón era el mejor sitio para ir a comer. Siempre está lleno de gente que anda tranquilamente callejón arriba y callejón abajo, siempre hay buen ambiente... Hermione y yo íbamos solas cada año a comprar las cosas que necesitábamos, ya era como... Una tradición.

Draco y yo fuimos a las Tres Escobas a desayunar. No mencioné lo que me había preguntado K minutos antes, pues quería olvidarlo por completo. El sentimiento de extrañeza seguía agobiándome, pero las risas que no faltaron con Draco, hicieron olvidarme de ello por completo.