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Isla Silas, una de las siete maravillas de la Grand Line.

- ¡WOAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! -gritaba un emocionado Luffy desde cubierta- ¡Nami, mira!¡Nami, mira!

El puerto de Silas era un lugar enorme; a un lado descansaban los barcos de la marina y el otro, resguardado por un gran saliente de piedra, albergaba los barcos piratas. Al Thousand Sunny le fue otorgado el muelle número veintinueve, justo delante de un enorme almacén.
Tardaron unos veinte minutos hasta que llegaron a la salida del puerto, donde una gran multitud gritaba al ver llegar un barco a uno de los primeros muelles. Las piratas Kuja habían llegado.

- ¡Es la emperatriz pirata, Boa Hancock! - gritaban hombres y mujeres. Desde lo alto del barco una hermosa mujer de melena negra y piel como la porcelana miraba a la multitud con orgullo. Era hermosa y lo sabía.

- ¡Oh es Hancock! - gritó Luffy alegremente.
- ¡¿EEEEEEEEEH?! -gritó Sanji con sus ojos en forma de corazón. Chopper se puso en guardia, esa situación tenía potencial para provocarle a Sanji un gran derrame nasal.
Des de lo alto del barco Boa Hancock vio un característico sombrero de paja. ¿Era posible que su querido Luffy se encontrara en la isla? Los nervios empezaron a reconcomer a Hancock. De un salto y un par de pasos de sus largas piernas la emperatriz pirata llegó hasta los mugiwara.
- ¡Luffy! - gritó presa de la emoción y con un visible sonrojó. ¿Era posible que su amado le tuviera planeada una noche romántica?
- Shishi Hola Hancock -dijo Luffy con una sonrisa. Lo cuál se tradujo en un "Ven a mis brazos Hancock" para la emperatriz, que se lanzó a los brazos de su amado y risueño pirata.

Ante tal acción la tripulación entera, disimuladamente, se miró a Nami. La pelirroja estaba al lado de Luffy, era ignorada por la pelinegra, y se la miraba con fingida indiferencia. Ella sabía que Luffy no se sentía atraído por ella pero eso era también lo que pensaba antes de que fuera su pareja y descubrir que era un amante de los pies a a la cabeza... Y él había pasado mucho tiempo con Hancock... Algo en el cerebro de Nami hizo "clic".

- Ya, ya... Deja de pegarte a mi capitán de esa forma - dijo la pelirroja tirando del pelinegro. Hancock, observó atentamente a la navegante. Pelirroja, joven, buen cuerpo (pero no tanto como el suyo).
- Tsk ¿Cuál es tu problema mona? -contestó la emperatriz con superioridad- Luffy y yo querríamos disfrutar de una bonita escapada si no te importa.
A Nami se le hinchó una vena en la frente. ¿Mona? ¿Luffy y ella de escapada? La pelirroja soltó el brazo del pelinegro y lo observó seriamente.
- ¡Shishishi podemos ir todos a beber juntos por la noche! -gritó el capitán. Todos los mugiwara lo miraron con la boca abierta, ese tonto no se enteraba de nada.

Las calles de la ciudad principal estaban abarrotadas. Los mugiwara se habían dividido; Chopper, Robin y Nami se fueron a comprar ropa para todos. Usopp, Luffy y Franky se habían quedado a ver un espectaculo. Brook estaba firmando autografos. Sanji compraba comida y perseguía mujeres hermosas. Zoro se había perdido.

- ¿Y bien? ¿Qué vas hacer?- preguntó Robin mientras miraban ropa. Chopper estaba distraído con un caramelo.

- ¿Hacer respecto a qué?- contrapreguntó la pelirroja.

- Hancock y su obsesión con tu novio fufu

- Luffy no debe tener interés alguno en ella- contestó la pelirroja mientras se miraba un vestido negro de fiesta.

- Fufu ¿entonces el numerito de antes?- preguntó la arqueóloga mirándose un vestido verde oscuro y ajustado.

- Es la mujer más hermosa del mundo pirata... -fue lo único que contestó Nami.

Thousand PassionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora