Thousand Passion

7.1

Los gemidos de Nami inundaban la habitación, no podía parar de gemir. Luffy la penetraba sin compasión alguna usando de vez en cuando su habilidad para alargar o ensanchar su pene, Nami se había corrido ya cuatro veces y Luffy seguía sin querer correrse. ¿Qué tipo de droga se había tomado?

-Lu..Luf... Ah... Luffy por favor... Ah... Para... ah... un... momento... -consiguió decir la pelirroja entre gemidos, el chico frenó en seco preocupado.

-¿Te he hecho daño? ¡Perdón! - dijo saliéndose de ella y acunándola- no era mi intención, ¿estás bien Nami? ¿Dónde te hecho daño?

-No me has hecho daño... Todo lo contrario.. Pero necesito cinco minutos... ¿Qué te has tomado? Estás imparable... -comentó la chica abrazándose a su torso.

-Shishishi la verdad es que me estoy aguantando, solo con oírte gemir ya tengo ganas de correrme dentro tuyo -dijo el chico agarrándola de la cintura- pero si quiero disfrutar más de esta vista -añadió relamiéndose lo labios y escaneándola con la mirada- y aprovechar que tenemos una cama, pues debo aguantar- sentenció observando a su miembro que lucía como si fuera a explotar de un momento a otro.

-Baka... No quiero que dures toda la noche mientras yo gozo y tu sufres... Quiero que te corras dentro mío Luffy... -ronroneo la chica colocándose sobre el erecto miembro- Así que ahora voy hacer que te corras.

Nami empezó a subir y bajar rápidamente, recuperando el ritmo que llevaban hacia apenas un minuto. Luffy agarraba las caderas de la pelirroja que se movían arriba y abajo y circularmente, provocando sonoros gemidos en el cuarto. Los pechos de Nami rebotaban frente a Luffy, con cada envestida que ella daba, volviéndolo loco. El sonido de ambos cuerpos chocando se acentuó instigando a Nami a aumentar el ritmo. Las caderas de Luffy se movían hacía arriba, provocando una penetración más profunda que volvía loca a la pelirroja que miraba hacia arriba con los ojos cerrados presa de la excitación.

-Nami... voy a correrme... para...

-Ni en broma... Ah joder Luffy me corro... Corrámonos juntos -gritó la chica aumentado aun más el ritmo con la ayuda del chico. El clímax no tardo en llegar, el pene de Luffy se enterró en lo más hondo de Nami provocándole un enorme y largo orgasmo que apretó el miembro de Luffy hasta que este se vació en el interior de su amada pelirroja.

Nami se dejó caer sobre el torso de Luffy, aún seguían conectados y sus fluidos sobre salían poco a poco.

-A sido fantástico mi capitán -confesó la chica con voz cansada y una tonta sonrisa en su rostro. El chico sonrió orgulloso.

-No te duermas, deja que te limpie en la ducha primero -sentenció el chico separando sus cuerpos y cargando a una temblorosa, cansada y satisfecha Nami.

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Robin y Zoro se encontraban relajados en una enorme bañera rebosante de espuma, compartiendo unas copas de sake.

-Por fin han acabado -comentó Zoro con fastidio.

-Mmmm nuestro capitán es un semental como pocos quedan fufufu -dijo la pelinegra. La verdad es que le había sorprendido la cadena de gemidos y orgasmos que había oído provenir de la habitación de al lado, estaba segura de que a ellos no los podrían haber oído.

-¿Que insinuas onna? -cuestionó el peliverde deslizando su mano hasta la intimidad de Robin, la cual suspiró.

-Nada, tu también eres un semental Zoro -aclaró ella- pero por favor no más... He tenido suficiente esta noche, lo siento -añadió besándole la mano que acababa de retirar. La verdad era que Zoro había demostrado un gran autocontrol y ella había disfrutado de lo lindo.

-Tsk por la mañana haré que ellos nos oigan a nosotros. Voy a despertar a la bruja provocándote orgasmos mañaneros -sentenció el chico para luego levantarse, mostrando su bien formado cuerpo mientras salía de la bañera y se bebía lo que quedaba de sake- Mejor que vengas a dormir y estés descansada -añadió el peliverde para luego irse refunfuñando hacía la cama.

Robin se quedó en la bañera estupefacta, Zoro era competitivo sí, pero no sabía que podía llegar a serlo incluso en eso. ¿Qué mosca le había picado? ¿Quería competir con Luffy? ¿Quería molestar a Nami? ¿Quería demostrarle a ella que era un semental? Pero eso ella ya lo sabía... La pelinegra suspiró y se estiró en la enorme bañera, fuera como fuera la mañana prometía un gran placer para ella.

Hehe un pequeño añadido al capi 7 y adelanto del 8 ;)

Pandora