4. Croissants para el príncipe

309 68 155
                                    

Gracias letmebeyourdaddy por tus comentarios, me hacen el día, tqm<3

Prometo que a partir del próximo capítulo las cosas se ponen interesantes entre Mimi y Gigi.

JiMin podía afirmar que el motivo más fuerte por el que se llevaba bien con su hermano menor era la gran diferencia de edad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

JiMin podía afirmar que el motivo más fuerte por el que se llevaba bien con su hermano menor era la gran diferencia de edad. Mientras él tenía diecisiete, JiHyun tenía apenas seis años recién cumplidos, o sea que era un crío aún. Sabía que muchos hermanos tenían edades aproximadas y eso provocaba que chocaran y se llevaran como la mierda, y por suerte ése no era su caso.

Su hermanito iba en primaria y tenía una actitud radiante, inquieta y viva, se notaba que aún era un niño, que era joven y que no se preocupaba por nada. Era un solecito andante bastante parlanchín, algo brusco por momentos, y estaba repleto de muchas preguntas para hacer que JiMin siempre respondía (a menos que fueran sobre biología, Park apestaba en ese ámbito y apenas se sabía los sistemas de nutrición).

En cierta forma ambos eran similares.

JiHyun recibía cariño y atención por parte de toda la familia, nunca le había faltado nada, y menos teniendo a un cariñoso hermano mayor que le cumplía sus caprichos, le ayudaba con sus tareas de la escuela y le acompañaba a dar paseos refrescantes al parque cerca.

Él era muy feliz.

Si JiHyun lo era, JiMin también.

Y pensar que JiMin se había puesto a llorar totalmente negado cuando le dijeron que tendría un hermano.

Vamos, que cuando eres hijo único sueles pedir un hermano o hermana para que te haga compañía o para que sea tu sirviente, pero JiMin nunca deseó uno.

Tenía la atención de sus dos padres, ¿por qué tener a alguien que se la arrebatara?

Pasaba de ello.

Y ahora era tan dependiente de JiHyun que le costaba recordar el rechazo que le tenía.

Cuando era un simple bebé y lo dejaban reposar sobre su cuna, JiMin a veces se colaba en la habitación para mirarle y varias veces se le había escapado un «Qué feo».

¿Qué hay de bonito en una mancha roja? ¿Qué hay de interesante en un bebé? Sólo comen, lloran, hacen sus necesidades en un pañal y vuelven a llorar.

A JiMin no le gustaban mucho los niños, pero mientras más crecía, más le agradaba JiHyun.

Hablando de JiHyun...

"¡Minieee!" Lo oyó chillar desde la planta de arriba y sonrió con cansancio porque desde que había llegado a su casa de la escuela, el menor no había parado de gritar por su atención y su cariño. Parecía que lo había estado extrañando bastante, y era de entender.

El pobre llevaba un día entero en cama (lo cual para JiMin no era mucho, pero para alguien que todo el tiempo necesitaba moverse, parlotear y juguetear, era casi una tortura) con temperatura y YooRim sólo le permitía salir para ir al baño pero acompañado.

El chico que todos odian » YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora