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¿Era de día o de tarde?

Con aburrimiento comía cereal mientras veía al más allá, se acababa de despertar. Su noche de "estudiar" se había tornado diferente cuando se aburrió y decidió ver documentales hasta las seis de la mañana. Un miércoles perezoso era lo que le esperaba. Sin dejar de comer, tomó su móvil de entre sus piernas para ver los mensajes pendientes.

Dos de su madre, seis de la academia de baile, tres de su tía y uno de Hyejoo.

Con dificultad dejó de comer su delicioso cereal para centrarse solamente en el mensaje. No era usual recibir un mensaje de su parte en un día tan casual como este, puesto que eran horas de clase de piano, la única razón era...


Ayuda, me desangro

01:50 pm


Abrió los ojos sorprendida y girando su cabeza hacia el reloj en la pared, vio la hora. 

¿¡4:50 pm!?

Con prisa y velocidad tomo de un bocado todo el contenido del plato, sin importarle las gotas que resbalaban por su cuello, corrió a su habitación para poder tomar un poco de dinero y, sin importar su vestimenta, ir hacia el apartamento de la chica. 

— Mierda, mierda, mierda...

Se repitió antes de entrar al apartamento, observando de inmediato el panorama. Cortinas cerradas, calefacción, luces apagadas, volumen de la televisión al mínimo, una bolsa de basura en medio de la mesa y un pequeño bulto en el sofá. La culpa cayó sobre sus hombros al darse cuenta que había olvidado que pronto la regla de Hyejoo se acercaba y eso significaba dolor. Siempre estaba junto a ella debido a que sufría demasiado el primer día. Y parecía ser que este lo era.

—  Tardaste demasiado, ingrata.

Sonrío triste y con un puchero se acercó a su lado, mirando como cubría por completo su cuerpo con su manta y se abrazaba a sí misma. Se sentía la peor persona. Pidiendo permiso con la mirada para poder acercarse a ella; Hyejoo era un poco histérica con el contacto físico, le encantaba abrazar y ser abrazada, pero cuando quería y eso Hyunjin lo sabía muy bien. Por ello, cuando no vio un abismo de negación y solo recibió una mirada de cachorrito molesto, sonrió.

— No te aproveches de esta pobre chica indefensa, Unnie. — rio ante su comentario, dejando de lado su monedero, y subiendo al sofá para poder pasar detrás del cuerpo de Hyehoo y abrazarla por la espalda, pasando sus piernas alrededor de ella y recostando su cuerpo en el respaldo para poder estar en una cómoda posición. 

Acción que Hyehoo aprovecho para poder relajarse y pegar su mejilla al pecho de Hyunhin, cerrando sus ojos y deseando que el dolor desapareciera. 

— Como podría hacerlo, si eres mi bebé. 

— Oh Dios quiero golpearte... — susurró y su cuerpo vibró por la risa silenciosa de su Unnie. — soy la única "bebé" de mi mami querida.

— Si tu lo dices. — bajo su mirada para encontrase con los ojos de Hyejoo, rasgados, llenos de carácter y un brillo singular que la caracterizaba; labios entreabiertos de color rosados y en forma triangular y esa pequeña nariz que le daba el toque de chica mala.

Ninguna de las dos sonreía, solo se dedicaron a verse mutuamente, mientras que, bajo las mantas Hyunjin le proporcionaba caricias en su cuerpo y Hyejoo caía rendida de relajación en sus brazos, no sin antes tomar fuerzas y darle un beso en la barbilla a su Unnie. 

Y pensar que eso no era así hace un año.

12:00 | HyunHye.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora