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5 horas antes de la media noche.

Frío.

¿Por qué había aceptado esa estúpida idea?

Soltando quejidos mas que notables para su acompañante, camino a lado de ella para darse calor, a pesar de estar molesta por haber sido sobornada para asistir, no iba a dejar que su orgullo le prohibiera aprovechar la situación y abrazarla por la cintura, recargando su mentón en el hombro de está, mirando su perfil procedió a hacer su rabieta. 

— No quiero ir... ahhh. — aun caminando, balanceaba su cuerpo de un lado a otro para llamar la atención de la chica, quien ni siquiera hablaba y solo seguía caminando recto. — Tengo miedo...

Y eso era lo Hyejoo temía.

Detuvo sus pasos una vez escuchó esa frase de los labios de su mayor. Paradas en la vereda, antes de cruzar la calle a su hogar, en el frío clima de un Seúl a punto de las vísperas de Navidad. Hyejoo sabía que esto no era sencillo, invitar a una chica desconocida en el día especial de la cena navideña, sin que sus padres supieran que Chaewon ya no formaba parte de su vida hace más de un año, no era fácil de digerir. Y mucho más, teniendo en cuenta, que no se trataba de una chica normal y corriente, se trataba de su chica

Kim Hyunjin, su persona favorita.

La única Unnie que podía hacerla derretir de amor y deseo a la misma vez.

— Les vas a caer bien, eres... linda y eso. —encogió sus hombros y evitó la mirada de su mayor, se había sonrojado un poco — ¡Ah! Deja de mirarme, egocéntrica.

— Gracias, cariño. — dio un beso fugaz en la comisura de sus labios y apretó sus mejillas coloreadas, dejando helada a Hyejoo. 

¿Fue un error hacerlo?

Hyunjin se negaba a pensarlo y disculparse por sus palabras, desde el fondo de su ser, quiso decir eso. Mostrar su agradecimiento y las ganas que arremetía por nombrarla de las formas más lindas. A pesar de no ser nada, ni mantener una relación seria. No sabia que eran, pero no deseaba pensar aquello justo en ese momento y solo quería disfrutar de ser incluida en algo tan íntimo de Hyejoo, sentirse especial. 

¿Era tiempo de preguntarle?

El corazón de Hyejoo, latía con rapidez por pensar en aquella pregunta, ¿sería muy precipitado hacerlo en ese momento? Se encontraba tan sumisa en sus pensamientos, que no se dio cuenta que Hyunjin ya había cruzado la calle y la esperaba ansiosa, con una sonrisa a media y con un brillo en los ojos. 

Aun no. 

— Media vida esperándote. — Hyunjin bromeó una vez la tuvo frente suya, ladeando su cabeza al ver tan seria a la chica.

— Tranquila Unnie, solo espera un poco más. — sonrió leve y tomó la mano de su mayor, entrelazando sus dedos y mirándo la con extrema dulzura, pensando en lo mucho que sus palabras, pronto tendrían sentido. 

Solo un poco más.

12:00 | HyunHye.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora